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Barreda presenta un plan para ahorrar mil millones en las cuentas regionales

Los edificios de la administración cerrarán a las 5 de la tarde y se gravarán las instalaciones de energía eólica.- Los recortes no afectarán a los "servicios esenciales"

A cuatro meses de unas elecciones que se presentan muy complicadas, el Gobierno socialista de Castilla-La Mancha pondrá en marcha en 2011 un nuevo plan "eficaz e imaginativo" para ahorrar mil millones de euros en las cuentas regionales a través de la reducción del gasto público, el aumento de ingresos y la implantación de medidas para mejorar la gestión y la transparencia de la Administración, según ha informado en rueda de prensa la portavoz del Ejecutivo de José María Barreda, Isabel Rodríguez. El anuncio se produce un mes después de que la ministra de Economía, Elena Salgado, desvelara que Castilla-La Mancha, junto con Murcia, eran las dos comunidades autónomas que no habían cumplido los objetivos de déficit.

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El plan se basa, según Rodríguez, en dos premisas básicas: no afectará a los servicios esenciales -"educación, sanidad y bienestar social"- y no supondrá más esfuerzo a los funcionarios de Castilla-La Mancha del que ya han hecho por el recorte de gastos de personal aprobado el pasado mayo por el Gobierno central.

Entre las medidas destinadas a reducir el gasto público, el Gobierno de Barreda impondrá el cierre de los edificios administrativos a las cinco de la tarde para ahorrar en "energía eléctrica y combustible" sin que afecte al sueldo o al horario de los funcionarios, que se beneficiarán, según Rodríguez, de mayores facilidades para la conciliación familiar. Se controlará además el absentismo de funcionarios en el ámbito de la educación, una "experiencia piloto" que ya se ha aplicado en el último trimestre de 2010 y que se ha demostrado eficaz, ha asegurado Isabel Rodríguez.

El Ejecutivo de Castilla-La Mancha intentará también reducir el gasto público a través del control del gasto farmacéutico o de la eliminación del papel entre los organismos autonómicos, medida con la que, según los cálculos que hoy ha adelantado Rodríguez, la región ahorrará en torno a 15 millones de euros. Además se reducirá en un 20% las transferencias de entidades del sector público regional, como la Radiotelevisión de Castilla-La Mancha.

Aunque la portavoz castellanomanchega ha insistido en que las medidas de recortes no afectarán a los servicios esenciales, se suprimirán algunas subvenciones y ayudas públicas en ámbitos que ha calificado como "no prioritarios", como las destinadas a financiar gasto corriente procedentes del Fondo Regional de Cooperación Local.

Más impuestos sin que afecte ni a familias ni pymes

Junto a las medidas de recorte, el Gobierno de Castilla-La Mancha aumentará los impuestos "sin que afecte a las familias ni a las pequeñas ni medianas empresas", según ha garantizado la portavoz del Ejecutivo. Entre los nuevos impuestos, se gravará las instalaciones de energía eólica -que supondrán ingresos de 20 millones de euros- y se revisará al alza la fiscalidad relacionada con el almacenamiento de residuos nucleares.

Se impondrá, asimismo, un gravamen a las entidades financieras, similares a las de Extremadura y a la recién implantada en Andalucía. Según Isabel Rodríguez, el impuesto "toma como referencia el volumen de depósito que cada entidad financiera capta en el territorio de la comunidad autónoma".

Además de las medidas de carácter fiscal, Barreda se ha comprometido a "optimizar la gestión del patrimonio" de la Junta de Castilla-La Mancha para sacar al mercado, en compra o alquiler, viviendas que forman parte del patrimonio de la administración regional.

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