Puigcercós se ofrece a Mas para crear un "espiral de confianza"
Laporta se estrena en el Parlament repitiendo su idea de declarar la independencia de Cataluña
El segundo día del debate de investidura ha sido variopinto. Ha comenzado con un enfrentamiento de terciopelo entre Joan Puigcercós y Artur Mas, donde el líder de ERC le ha hecho varios guiños al candidato a presidente de la Generalitat. Posteriormente Joan Laporta, líder de Solidaritat Catalana (SI), ha hecho un debut curioso, con llamada de atención incluída. Finalemente, antes de la primera votación, Mas y Albert Rivera, de Ciutadans, se han enfrascado en un debate ideológico.
La sesión comenzó con la intervención del líder de Esquerra Republicana de Catalunya, Joan Puigcercós. En una intervención muy moderada, Puigcercós se ha ofrecido varias veces en sumar con Mas, aunque con matices críticos que han suavizado su entrega. De entrada, votará que no a la investidura, pero no ha descartado abstenerse en la segunda votación, prevista para el jueves. "En su mano está generar el cambio y no un retorno. Puede generar una espiral de confianza con el voto de ERC", ha proclamado Puigcercós.
Gestos de aproximación ha habido, y muchos. El único encontronazo entre ambos ha sido por el referéndum de independencia que voceó Puigcercós durante la campaña. Pero ERC ha bajado mucho el tono. Antes de las elecciones, la votación por la independencia era la condición para apoyar a CiU en la investidura. Hoy Puigcercós ha aclarado que si da el "no" a Mas en la votación será porqué no hay suficiente concreción en el programa. Puigcercós le ha ofrecido a Mas apoyo en el concierto económico, y le ha retado a demostrar que no solo es un "anzuelo" para ganar las elecciones. El líder de CiU, ambiguo como siempre al referirse a la independencia, ha asegurado defenderá con uñas y dientes el pacto fiscal, pero no convocará un referéndum porqué no está en su programa. Eso si, reiterando su defensa del "derecho a decidir sin límites".
El resto de discrepancias se han solucionado con acercamientos constantes y emplzamientos al pacto. Puigcercós ha guardado sus armas en casa, y no las ha sacado en ninguna de las réplicas, en las que ha estado un poco más punzante. En ninguna de sus frases ha sacado a relucir la corrupción. Pese a que ERC estuvo muy combativa en la pasada legislatura con el caso Palau, hoy ni la ha mencionado.
"Volverán de Madrid con la cola entre las patas"
Por su parte, Joan Laporta se ha estrenado esta mañana en el Parlament con su intervención en el debate de investidura. En ella ha insistido una vez más en su propuesta de declarar la independencia de Cataluña, una intervención de 15 minutos que ha servido de aperitivo para lo que será la presencia de Solidaritat Catalana en la Cámara.
Laporta ha comenzado su discurso sin el saludo protocolario a la Mesa, el presidente de la Generalitat y a los diputados, aspecto que Mas no ha dudado en sacarle en cara en su turno de réplica. El líder de SI ha sostenido que "no se puede hablar de cohesión social sin cohesión nacional y viceversa". Según Laporta, "solo la creación de un Estado catalán puede responder a esas dos necesidades".
A diferencia del resto de partidos, el ex presidente del Barça no ha ahondado en hacerle contrapropuestas al programa de gobierno de CiU. Según Laporta esto no tiene sentido porque en Cataluña "no hay ni capacidad de decisión ni recursos" y respecto a la propuesta estrella del pacto Fiscal, el líder de SI la ha calificado de "Concierto Económico desvirtuado". "Irá a Madrid a mendigar y volverá con la cola entre las patas".
En el turno de Ciutadans, su líder Albert Rivera, ha invitado a Mas a priorizar la crisis económica "las cuestiones en las que hay consenso entre todos los grupos", al tiempo que le ha pedido que abandone "el abismo" que a su juicio representan las propuestas nacionalistas de CiU. Rivera ha cargado contra la propuesta del pacto fiscal, que ha comparado con el Plan Ibarretxe, y, como es habitual, ha tratado la cuestión del catalán y el castellano en las escuelas públicas. También ha exigido a los grupos de la cámara que utilicen el autogobierno para aprobar "de una vez, después de 30 años" una Ley Electoral.
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