Todos sabemos que se hace, pero no queda bonito

¿Sabe usted quién es 007? Un atractivo espía británico con licencia para matar que liga con colegas de potencias amigas de cuerpo escultural y desbarata las conspiraciones para destruir el planeta y a su majestad británica. Una ficción para el entretenimiento. Sin embargo, todos los países tienen servicios secretos y espías que operan en el extranjero, mucho menos glamourosos que James Bond. En Estados Unidos son los chicos de la CIA, en Reino Unido, el MI6 y en España, el CNI.

Las embajadas son los órganos de representación de los países en el exterior y constituyen los primeros órganos de interlocución y también de presión al Estado en el que se encuentran. Todo el mundo sabe a qué se dedican -a arrimar el ascua a la sardina del país al que pertenecen- son un nido de espías y está internacionalmente aceptado.

Los documentos desvelados por Wikileaks que publica EL PAÍSsobre las presiones al Gobierno, a la Fiscalía del Estado y a la Audiencia Nacional prueban que Estados Unidos estaba preocupado por los tres casos sobre jurisdicción universal que se tramitan en España -el caso Couso, las torturas de Guantánamo y los vuelos de la CIA- y puso toda la carne en el asador para que se archivasen.

Les voy a recordar que hace cierto tiempo, España estaba interesada en que internacionalmente se declarase que ETA era una organización terrorista y no un movimiento de liberación nacional, como los etarras pretendían y había calado en algunos países y medios de comunicación. Estados Unidos apoyó a España en la inclusión de la banda en la lista de las organizaciones terroristas. ¿Alguien se cree que eso es gratis?

De modo que es obvio que la embajada norteamericana se interesó educadamente y luego presionó todo lo que pudo para que se archivaran los casos del asesinato de José Couso en Bagdad, y las vergüenzas de Guantánamo y los vuelos de la CIA. Es que resulta que es su trabajo. Ahora bien, ¿aguantó el Gobierno español las presiones? ¿Hizo la Fiscalía lo que en justicia correspondía en los tres casos, como ha asegurado el fiscal general del Estado? Pues seguramente, porque en Derecho casi todas las posturas son defendibles.

¿Saben con qué me quedo? Con que los tres casos siguen abiertos, aunque el de Guantánamo tiene escasas posibilidades jurídicas de prosperar y el de los vuelos de la CIA está bastante estancado por no existir pruebas suficientes. El de Couso se ha reabierto por tercera vez a instancias del Tribunal Supremo y están procesados tres militares estadounidenses que dieron la orden o dispararon sobre el cámara de Tele 5. Y respecto a las presiones de los Gobiernos amigos a través de las embajadas, todos sabemos que se hace, pero no queda bonito.

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