Karibu sana, Kenia
Pues si, como todos habéis acertado (yo soy pésimo planteando acertijos y vosotros/as sois doctores en geografía) acabo de llegar a Kenia. El país de los grandes parques nacionales, de los safaris, de los masais, de las 42 tribus diferentes, de los matatus y de los dohw swahili. El país más estable de África oriental y el que ha monopolizado el auge del turismo masivo en el continente negro. Un país al que nunca había venido precisamente por eso, porque me parecía muy turístico, pero con el que tenía una deuda pendiente que estoy ahora dispuesto a saldar.El lugar casi obligado de entrada a Kenia es Nairobi, la capital, donde está el principal aeropuerto internacional. Pero Nairobi no es una ciudad para quedarse. La mayoría de viajeros pasa aquí el tiempo justo de conexión con otros lugares más turísticos.Y es vedad que la ciudad tiene poco que ver. Sin embargo, es el centro comercial, financiero y cultural del país. Una ciudad moderna, caótica, con unos atascos en hora punta de órdago y con la eterna bipolaridad de las capitales africanas: dowtown de edificios de cristal y acero y extrarradios de chabolas de chapa metálica que se extienden hasta el infinito. Y una intensa vida nocturna. Acabo de volver del Westland, el barrio de clase media alta emergente donde están los pub y los bares más "cool" y doy fe de que allí a partir de las 11 se monta un ambientazo digno de verse. Los mismos keniatas dicen que Nairobi es para hacer negocios y Mombasa para divertirse. Mombasa, la capital de la costa, recibe el 60% del turismo extranjero. Para ellos es una especie de paraíso terrenal, donde el maná cae del cielo y la gente es perezosa y tranquila porque no hay que hacer mucho para sacar unos dólares. En las Tierras Altas sin embargo, el pescador tiene que salir al amanecer para tratar de pescar algo, porque una vez que el sol llegue a su cénit no pescará ni un chirrete. Luego se tiene que ir al mercado y tratar de venderlo y así con suerte, a la tarde, habrá logrado ganar un poco de dinero.La vida relajada e indolente de Mombasa alimenta el sueño de muchos keniatas por irse a vivir allí. Aunque ahora los dólares no caen de las palmeras, llegan en los bolsillos de los miles de turistas que arriban a la costa keniata cada año.Aunque quizá he sido muy tajante. Sí hay algo importante que ver en las afueras de Nairobi. Un lugar especial para mitómanos. Voy hacia allá. Mañana os lo cuento. Karibu sana, Kenia. Bienvenidos a Kenia
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