CiU acusa a la izquierda de ahogar a la sociedad

"El tripartito ha sido un Gobierno que ha ahogado y asfixiado tanto a la sociedad que casi se ha metido hasta en la cama de los ciudadanos". Con esa ironía, Artur Mas, candidato de CiU, afirmó ayer que ha llegado el momento de que la sociedad se libere de ese Gobierno regulador y controlador que ha querido legislar la vida privada hasta el punto de determinar de decircuándo se tiene que decir sea un niño que es adoptado (a los 12 años)o exigir a un propietario que alquile su piso si está vacío.

Bajo el lema Por una sociedad libre, Mas quiso hacer un guiño de complicidad y dar alas al tejido asociativo catalán en un acto celebrado en el hotel Vela, el emblemáticorascacielos erigido junto a la playa ymuycriticado por los grupos alternativos por haberse librado de la Ley de Costas. Y en ese escenario defendió su modelo de un Estado fuerte que establezca conciertos con la esfera privada. Según Más, Según Mas, "Y eso no es incompatible", dijo Mas que considera con esa fórmula no peligra ni se resiente el Estado del Bienestar y que la Suecia tan admirada por Jordi Pujol ha escogido esa vía mixta en los Años 90 tras ver que no podía aplastar ahogar con impuestos a los ciudadanos. "Dieron todo el poder al Estado, anularon a la sociedad y se dieron cuenta de la magnitud del desastre", explicó.

En su ideario particular, Mas no hace distingos entre los centros de titularidad pública y los que son de interés público, entre los que incluye escuelas, hospitales y al tercer sector. Pero la herencia de los Gobiernos de CiU en el terreno de los conciertos está llena de sombras: el primer tripartito hizo una auditoría que descubrió que el 24% de las subvenciones concedidas en 2003 a centros privados —en total 671 millones de euros— se otorgaban sin el menor control y seguimiento. Los mismos informes de Educación descubrieron que existían irregularidades en 500 de los 700 centros subvencionados.

Pero Mas elogió la bondad del modelo mixto y dijo que esa es la senda que han elegido la mayoría de los Gobiernos europeos, incluido finalmente el tripartito. De hecho, Irene Rigau, ex consejera de Bienestar Social, sostenía en 2003 que Cataluña no es Suecia cuando se le planteaban las carencias en unos servicios sociales que no eran universales y de titularidad pública, de la misma forma que Marina Geli, consejera de Sanidad, rechazaba la postura de Iniciativa, que sostenía que el Estado de bienestar se debe concertar con las entidades privadas. En ese sentido, Mas señaló que no es preciso afrontar grandes proyectos. "¿El plan que tenemos? No hace falta inventar nada porque la realidad y el tejido asociativo del país son lo que son. Y el tripartito ha ahogado ese tejido asociativo siempre que ha podido", defendió Mas.

Anoche, en un mitin en La Seu d'Urgell, ante un millar de personas, Mas cargó contra el presidente Montilla por haber pedido el voto a los parados. "Supongo que lo hace porque son 600.000 y son muchos. Pero, más que el voto, tendría que pedir disculpas", señaló. Y le lanzó dos reproches más: que haya descuidado la Cataluña interior al invertir básicamente en el cinturón de Barcelona, cuando en los tiempos de Pujol la proporción era mitad y mitad. "Supongo que algún día saldrá del área metropolitana en esta campaña. En seis días yo he estado en Banyoles, Tortosa, Reus y La Seu, y él solo en Tarragona", dijo.