Una teta siempre triunfa en los medios de comunicación. Pese a todo lo que ha llovido desde que el pecho desbocado de la italiana Sabrina –“boys boys boys”- amenizara la Nochevieja de 1987 a millones de españoles, el axioma sigue plenamente vigente. El Mundo lo sabía cuando publicó la foto de portada del Magazine del domingo 17 –una modelo desnuda pintada y con cuernos de vaca con un bebé en brazos-, con un titular igualmente provocador: Madre o vaca.
Entre los “indignados” por lo que consideran un ataque a la lactancia materna no sólo se cuentan los casi 9.000 que así se han declarado en Facebook, los más de 9.300 firmantes de una carta al director aún por enviar o una decena de madres blogueras, sino también la Asociación Española de Pediatría (AEP). Las reacciones, tanto a la forma como al fondo del reportaje, que pone en duda las evidencias científicas sobre los beneficios del amamantamiento, han sido tan numerosas que, una semana después, el diario ha publicado un reportaje bis, que no una rectificación, para explicar la polvareda levantada.
“Como periodista y madre lactante de un bebé de 20 meses, el reportaje me ha parecido cuando menos ofensivo, por no hablar de poco riguroso y parcial, y las imágenes que lo acompañan no solo son de pésimo gusto, sino que también resultan insultantes”, escribía Vivian Watson en su blog Nace una mamá, que refleja el sentir de muchas otras en bitácoras y comentarios.
No es sólo la opinión de lactivistas -“talibanas de la teta que han renunciado a casi todo”, las califica la ex diputada y miembro del Consejo de Estado Amparo Rubiales en El Mundo- o de la "guerrilla lactante" -como las llama la periodista Begoña Gómez, de ADN-. “Cuando lo leí, sentí un doble enfado, no sé si fue mayor como madre o como científica”, me explica Mª del Carmen Iglesias de la Cruz. Doctora en Farmacia y profesora de Biología Celular e Histología en la Universidad Autónoma de Madrid, escribió, fruto de esta indignación, una larga carta de defensa de la lactancia materna, llena de enlaces a estudios científicos, que una amiga suya colgó de la web www.peticionpublica.es y que, movida a través de la página de Facebook, tiene más de 9.300 firmas de apoyo.
El reportaje también ha puesto en pie de guerra a numerosos pediatras, entre ellos el Comité de Lactancia Materna de la AEP en pleno. “La impresión es que el enfoque estaba en contra de la lactancia materna”, me dice María Teresa Hernández Aguilar, coordinadora del Comité, “aparte de un enfoque totalmente ofensivo en las fotos, con un símil muy desafortunado porque precisamente el niño que no es amamantado es el que toma leche de vaca”.No hay que olvidar que la leche de fórmula es leche de vaca, a la que se añaden y quitan componentes para imitar la leche materna.
La comparación de las madres lactantes con vacas sólo se usa en fotos y titulares (los interiores son incluso más llamativos, con la misma modelo a cuatro patas y el bebé debajo, titulado La era de las madres vaca). El propio diario explica que “tienen un elemento de provocación para fijar la atención del lector”.
Argumentos científicos
Uno de los argumentos más polémicos del reportaje es el de que las evidencias científicas de los beneficios de la lactancia materna no son concluyentes, apoyándose en las menciones a un informe médico, a otro reportaje publicado en The Atlantic hace año y medio (que fue contestado en su día por asociaciones científicas), y en las opiniones de dos feministas (ninguna médica).
“El mencionado informe de la American Academy of Pediatrics reconoce que las investigaciones sobre las ventajas de la lactancia materna ‘sugieren’ disminución de enfermedades en los bebés, ‘se asocian con un rendimiento ligeramente mejor’ en pruebas de desarrollo cognitivo del niño, ‘posiblemente’ indiquen una disminución del riesgo de osteoporosis para la madre… Se sugiere, se asocia, se indica… Pero ¿se puede afirmar categóricamente que los niños criados con biberón tendrán un peor desarrollo físico, cognitivo o afectivo que los criados al pecho? Hasta ahora no hay pruebas concluyentes”, dice el Magazine.
“Sí hay pruebas concluyentes”, asegura Hernández Aguilar. La coordinadora del Comité de Lactancia Materna de la AEP aporta enlaces de reseñas científicas de estudios consistentes, entre ellos, un informe de 2007 del Departamento de Sanidad de EE UU que analiza decenas de estudios de alta calidad. “Pero los científicos somos muy prudentes antes de decir que algo es al 100%”. Es decir, se usan términos como “sugieren, se asocian o se indica” no por falta de evidencia, sino por la prudencia y el escepticismo normal en los científicos. "Hay que conocer mucha terminología para saber lo que dice exactamente un estudio”, afirma.
La pediatra quiere dejar claro que “los profesionales sanitarios no tratan de martirizar ni culpabilizar a las mujeres para amamantar”, en referencia al primer testimonio del reportaje, una madre con una experiencia nefasta –grietas, la niña no se enganchaba, los médicos presionaban para que siguiera intentándolo- que se hubiera solucionado simplemente si un profesional con la formación adecuada le hubiera ayudado a colocarse correctamente al bebé. “Lo que se pretende desde la Organización Mundial de la Salud, UNICEF o la Asociación Española de Pediatría es dar formación para que sepan apoyar a la mujer que quiera amamantar. Se pretende que la mujer tome una decisión informada sobre los riesgos y los beneficios, y después, ayudarla”.
Madres esclavizadas
Aparte de los científicos, el otro argumento "en contra" de la lactancia materna más contestado es que impide el desarrollo profesional de la madre, incluso que las campañas a favor de la lactancia materna son una conjura para devolver a las mujeres a sus casas en época de crisis. “Si se siguieran al pie de la letra las recomendaciones de la OMS (lactancia materna exclusiva hasta los seis meses, y con otros alimentos hasta los dos años), el mercado laboral se vaciaría de mujeres en edad reproductiva”, dice el reportaje.
"Que esto no es todo o nada. Que cuando la mamá se incorpora al trabajo se puede dar alimentación complementaria, recurrir a la lactancia mixta (bibe cuando mamá no está y teta cuando está) o sacar leche para luego dársela. En el mejor de los casos, esto durará cuatro o cinco meses ya que en cuanto el bebé empiece a comer de todo tendrá de sobra con las tomas de leche que haga estando su madre en casa… Vamos, que me parece todo un insulto a las madres trabajadoras que han dado el pecho –y lo siguen haciendo- a sus hijos durante años", contesta Eloísa López en el blogUna maternidad diferente.
Según los datos de la AEP, a la salida del hospital, la mayoría de las madres (80%) dan el pecho, a los tres meses solo el 52,5% toman leche materna en exclusiva, y a los seis, el 36%. Por tanto, a los tres meses, el 47,5% de los niños toman algún biberón, y a los seis, el 64%. Sin embargo, no llega al 2% el número de padres que se toma alguna de las 10 semanas de baja de maternidad que se pueden ceder al hombre (en 2009, 5.726, frente a 340.512 bajas maternales concedidas). Es decir, aunque no amamanten, las madres también se quedan en su casa durante las 16 semanas de baja. Claro que hay un problema de desigualdad de género en el mercado laboral, pero, ¿por qué echarle la culpa a la lactancia materna?
Comentarios
Muchísimas gracias por este artículo Cecilia. Un gran trabajo, documentado y, este sí, ponderado.
Seguramente ese setenta y tantos por cien que no ha dado pecho a sus hij@s aboga por la comida ecológica, creo que es de hipócritas.
Gracias por esta entrada, mucho mas sensata y documentada que la de la "competencia".
Un supersaludo
Me encanta que el Comité de Lactancia de la Asociación Española de Pediatría y medios científicos como Pediatría basada en Pruebas formen parte de la "Guerrilla Lactante".Enhorabuena, Cecilia, creo que has tocado los hilos que faltaban por tocar en el reportaje inicial y en el reportaje Bis de El Mundo.No sé si sabes que los "conspiranoides" de este mundillo afirman que el reportaje no era más que una táctica de distracción para empezar a crear debate sobre la lactancia al hilo de la próxima publicación en España del libro de Elisabeth Badinter (Le conflit. La femme et la mère) donde expone su tesis de que la actual promoción de la lactancia materna no es sino una treta machista para devolver a la mujer a casa.
Da gusto leer un articulo documentado, que informa y además es equilibrado. Personalmente me molesta mucho que me etiqueten. Soy simplemente una mujer trabajdora que amamanta a sus hijos. He sufrido muchas zancadillas para hacerlo y muchas presiones. No soy una talibana de la teta, ni una guerrillera. Soy una mujer normal que hace lo mismo que llevan haciendo las mujeres desde el principio de los tiempos, trabajar y amamantar.
Un saludo y gracias por el articulo
Un gran artículo. Ahora claro, quien lo lee acierta en que eres defensora de la lactancia materna. Y me alegro.
Me encanta esta crónica porque en ella no hay estridencias ni excesos raros... solo información y hechos; así sí, así cada cual, busca más información si quiere ampliar miras y compara opiniones y se puede formar una idea y una opinión propiacon los hechos y la verdad, siempre se trabaja en positivo
Gracias, por escribir desde el respeto y desde la coherencia, y sobre todo por evitar el amarillismo y el sensacionalismo.
Afortunadamente aún hay periodistas que saben hacer su trabajo. Tal vez me gustaría comentar algo: muchas madres no dan pecho porque sea la mejor alimentación para sus hijos, ni porque vayan a ser probablemente más sanos, más listos o más equilibrados que si tomaran bibe. No se da pecho porque motivos cerebralmente calculados, ni para obtener beneficios, ni siquiera por el inmenso placer y satisfacción de tener abrazado a tu bebé y sentir como se alimenta y se sacia de ti. Se amamanta porque es lo normal, lo natural, igual que camino y no voy en una silla de ruedas, porque tengo las piernas sanas, no recurro al biberón porque tengo pechos que funcionan, cualquier otra cosa que no fuera amamantar me parecería muy rara.
gracias!!!
Gracias por el artículo, acá en México también nos llegó la noticia y nos llenamos de enfado al ver cómo todavía hay pseudo-feministas que "sugieren" que las mujeres que amamantamos somos "talibanas" de la lactancia... jajaj!!! Se nota desde lejos que esa mujer quiere solo llamar la atención, desgraciadamente solamente fué para exhibir su ignorancia...
Saludos!
Muchas gracias por la objetividad y la ponderación. Y por no interpretar la justa indignación que hemos tenido miles de personas como la de reacción exagerada de una banda de talibanas histéricas esclavas de la lactancia y el neomachismo.
Mil gracias. ;-)
No soy comprado del pais, me "tira" mas el mundo... pero no seria objetiva si no os diera las gracias y reflejase mi enfado con la otra cronica.
Gracias por documentaros antes de escribir.
Yo tb soy más de El Mundo pero agradezco aún q sea por oportunistas el artículo publicado. Soy madre lactante de una niña de 2 años y pertenezco a Lactando, estoy super orgullosa de poder ayudar a otras mamás como es su día me ayudaron a mi.
Di el pecho a mis tres hijos, les di lactancia exclusiva o mixta, cambió en cada uno, y estuve un mínimo de un año, todo eso trabajando. El pecho es muy inteligente y sabe cuándo y a qué hora producir, que nos pongan como talibanas de la teta, o bichos raros me parece un insulto, es algo natural y forma parte de nosotras, igual que gestar a nuestros hijos, no lo cambiaría por nada y me da mucha pena las mujeres que creen que por no dar el pecho son mejores o más feministas que nosotras... ellas se lo pierden...
Alguien tendría que aclarar a El Mundo que ellos no están para "provocar" sino que están para informar!!
Mil gracias por aclarar con su artículo este tema tan importante.
Yo le he dado teta hasta los 20 meses a mi hijo y no le dí más porque quería tener más familia, no sé a quíen le dio más pena si a él o a mí el quitársela, pero se puede trabajar y dar la teta, e incluso tienes siempre la comida preparada, no hace falta calentarla, no le da diarrea, y está siempre en su punto, tiene más ventajas que inconvenientes y a mi al principio me salieron grietas pero me enseñaron a los 3 días de venir a casa que tenía que hacer y listo.
Asimismo somos en mi casa 4 chicas, 2 hemos tomado más pecho que las otras 2 porque en ambas una porque mi madre se quedó de nuevo embarazada tomó sólo 4 y otra sólo 3 porque tuvo que tomar antibióticos por una infección y mi madre trabaja muchíiismo más que ahora pues bueno las que más hemos tomado porque hemos podido somos más seguras, más constantes y ambas hemos hecho carrera. Desde mi experiencia por tanto afirmo que dar el pecho supone un regalo para tu hijo para toda su vida yo por eso he dado y daré el pecho a mis hijos/as.
Qué bien. Es importante que estas noticias se recojan en medios con presencia nacional. Como fundamentalista de la teta que soy (jeje) estoy muy contenta, no sólo porque se hable de lactancia y se hable bien, con información contrastada y rigurosa, sino también porque este asunto ha demostrado que la presencia de las madres en las redes sociales es importante y por tanto hay que empezar a tenerla en cuenta. 9200 firmas para una carta al director igual hasta es un record digno del Guinness xD. Lo comparto.Saludos
Por supuesto, si algún día tengo un bebe, NO le voy a dar pecho más de 6 meses: un mamífero cuando ya pueda empezar a destetar, hala, a espabilar. Tanta madre caserita y mantenida no hace absolutamente nada más que convertir a los humanos en dependientes hasta los 5 años, y a ellas en vacas productoras. por favor! Sois adictas a los bebes, y ellos son seres independientes. Somos personas NO VACAS! Totalmente de acuerdo con el Mundo por una vez
Muchas gracias por vuestro artículo! Yo también soy una "integrista de la teta", tengo dos hijos, uno de casi 4 años que amamanté hasta los 18 meses, y otro de 20 meses que sigo amamantando aunque estoy embarazada del tercero. El articulo de El Mundo es mera provocación estúpida y sin ningún fundamento científico. Yo lo siento sobre todo por los hijos de esas feministas que no han entendido nada...
TENGO UNA BEBE DE 26 MESES A LA QUE SIGO AMAMANTANDO, NUNCA DEJE DE TRABAJAR Y ME INCORPORE A LA OFICINA AL MES DE QUE ME HIJA NACIERA Y NI ME ATORMENTA NI ME SIENTO VACA LECHERA POR ESO. ASI QUE NO EXAGEREN NINGUNO DE LOS DOS BANDOS QUE CADA MUJER DECIDA SIN TENER QUE SOPORTAR PREJUICIOS DE NINGUNA INDOLE.
Bueno, yo di teta a mis niñas gemelas hasta que mi cuerpo dijo basta, no fue placentero ni agradable, es más, estaba tan obsesionada con dar teta que yo creo que aún era peor...al final pase al biberon y todo fue bien, su padre era parte del proceso de crianza e incluso disfrutó él del permiso de lactancia. En este tema ni todo es blanco ni todo es negro, lo ideal es dar teta pero hay circunstancias y no se deber mirar mal a la mujer que opte por el biberon, sus razones tendrá, al final es decisión de la mujer (en esto y en otras muchas cosas) y hay que respetarlo. Si tuviera otro hijo intentaría darle teta pero sin obsesiones ni presiones, pero respeto a las mujeres que ni lo intentan, es decisión suya y punto.AH! el artículo del Mundo no me pareció para tanto...y creo que no soy la única.Yolanda
Yo pienso que el artículo de el Magazine era una provocación, y daba una visión muy parcial y errónea de la lactancia materna, que por supuesto no comparto.Gracias por dar otra visión.
Estoy completamente en contra de las imposiciones por ningún extremo. Pero tengo que decir que ya estoy harta de las fundamentalistas de la lactancia, que se ocupen de sí mismas y no vayan haciendo proselitismo.
antileche, mantenida???? caserita???? vaca???? mira para mostrar tu opinión ni hace falta insultar o pretender ofender, ni por supuesto tu palabra es dogma.
Soy una profesional independiente y autónoma, volví a mi trabajo al mes de dar a luz, tengo una niña preciosa de 16 meses a la que aún amamanto, es independiente y vive feliz, está sana como una manzana, come de todo.
Fue mi marido quien optó por cogerse la baja paternal de 16 semanas con lo que obviamente no me ha mantenido, ni ahora ni nunca, no lo he necesitado.
Por tanto ahorrate tus pretendidas ofensas
Que cada uno dé a sus hijo lo que quiera. Tengo dos hijos. A uno lo amamanté hasta los siete meses, hasta que él lo dejó. El otro tiene diez meses y sigo amamantándolo. Hasta que él quiera.
Trabajo, soy autónoma. No he dejado de trabajar en ningún momento. Tengo una actividad diaria de locura. pero asi lo he elegido. Tampoco creo que esta actividad frenetica dure para siempre. Ya recuperaré algo de mi tiempo. Igual que si no amamantara a mis hijos. Es lo que hay cuando tienes niños pequeños en casa.
Amamantar a mis hijos no ha sido una renuncia a nada sino un placer para ellos y para mi. La gente tiene prisa por recuperar la independencia y la individualidad, pero cuando se tienen hijos, los cries como los cries, tienes que renunciar a muchas cosas, y, aunque a cambio recibes otras muchas, si no estas dispuesto a lo que implica la paternidad/maternidad pues no tengas hijos.
Estoy completamente a favor de la lactancia materna, cuando tuve a mi hijo me documenté para no cometer errores al dar el pecho, y no lo hice. Simplemente, un buen día no tuve más leche que dar. Lo intenté todo y fue en vano, así que pasé al biberón con toda mi pena. Mi hijo tiene un año, es un niño sano y fuerte, come de todo y nunca estuvo malito, sin embargo, aún tengo que aguantar miradas de desprecio cuando digo que no amamanté. No tengo por qué justificarme, pero me molesta. Creo que es a eso a lo que se le llama ser " integristas de la lactancia". Por favor, hemos pasado del blanco al negro. Nadie discute que la lactancia sea más sana y natural, pero vivan y dejen vivir.Por otro lado, muy buen artículo. Que no haya dado el pecho no me hace ni peor persona ni menos tolerante.
Bebés 1 – Madres 0Salgo del hospital con mi regalito envuelto en una toquilla. Está dormido, o anonadado o deslumbrado por la luz. Yo feliz y contenta sobre todo por dejar el hospital. Estoy dispuesta a todo. Voy a ser la mejor madre del mundo. Empezamos por el principio: dar el pecho. Las matronas del hospital me han convencido: se da a demanda, es lo mejor del mundo. Si llora, al pecho. Si gimplea, al pecho. Si está nervioso o parece tener cólicos, al pecho. Si te duele el pecho porque está muy lleno, al pecho. ¿Que le has dado de mamar durante una hora y a los veinte minutos ya llora otra vez agitadamente, como con hambre? Pues al pecho. Esto es lo que se llama “lactancia a demanda”, el último grito en la perfección maternal. Recuerda, lo mejor para tu hijo. ...Han pasado tres días y el pequeño extraterrestre de ojos grandes y claros no para de llorar. Está enfadadísimo. Y yo, al pecho. Él se revuelve y a veces le pega al pecho con las manitas. No está claro que él comparta lo de lo mejor para tu hijo. Pero yo sí, así que, al pecho. ...Seis días más tarde ninguno de los dos hemos dormido más de hora y media seguidas. Somos dos zombies, zombie grande y zombie chiquitito. Leo varios blogs de maternidad, llamo a mi matrona, llamo a mi pediatra, llamo a mis amigas. La respuesta es unánime: más tiempo de pecho, más producción de leche, mayora satisfacción del bebé, mayor de la madre. Aguanta un poco más, tu puedes. Yo aguanto. Leo en el New York times un artículo sobre la depresión de los padres que no duermen (http://well.blogs.nytimes.com/2010/09/08/new-parents-at-risk-for-depression/). Intento ordenar mis ideas, escribir algo, como antes. Pero no tengo ideas, mis neuronas no funcionan. Recuerdo vagamente lo que decía Virgina Wolf (¿o era otra feminista?): el fin de la creatividad de la mujer es el moisés al final del pasillo. Me alegro mucho de que mi casa no tenga pasillo, ni mi bebé un moisés, sino una moderna minicuna al módico precio de 400 euros, colchón aparte....Quince días más tarde. Seguimos sin dormir. Mi bebé mama y mama, a demanda. Bebé y mamá en la cama. Bebé y mamá en el sofá. Sólo que...¿mama o no mama? Está flaquito, está amarillo, está que no para de llorar. Me voy al Niño Jesús. Me lo pesan, me lo miran. Ha perdido muchísimo peso y está al borde de la deshidratación. ¿por qué no le da un suplemento tras las tomas? No doy crédito, ¡pretenden hacerme abandonar la lactancia! ¿cómo osan?. En mis trece, llego a casa y sigo con la dieta pecho a demanda. Todo el rato pecho, puesto que ya me ha visto todo el mundo y dicen que leche hay, estoy tiene que funcionar, sí o sí. Y seguimos....Casi cuatro semanas después. Al bebé se le ven todas las costillas. Algo debe comer porque si no no estaría en el mundo, pero está visiblemente delgado. Vuelta a la pediatra a la que se le abren mucho los ojos. Me da ella misma una muestra de leche maternizada. Vuelvo a casa con sentimiento de derrota, ya no soy la mejor madre del mundo, no soy capaz de engordar a mi criatura con mi leche. Le preparo un biberón, se lo damos. Su padre y yo nos quedamos de piedra, el niño succiona sin parar, se toma la toma entera, mucho más de lo que le correspondía, pega un gran eructo y se queda dormido. Cinco horas. Cinco. Yo le toco y sacudo para ver si sigue vivo. Sigo intentando el pecho con menos convicción, él se agarra más por educación que por otra cosa. Molarle le mola, como gran chupete. Pero para comer, el bibe....Me siento fatal, soy una mala madre y además una mentirosa. Me encuentro a mi matrona del hospital, que además pertenece a la Liga de la Leche y le dió el pecho a su retoña hasta los tres años y le miento descaradamente. ¿el biberón? Es mi leche exprimida. Cuánto te ha engordado, qué maravilla. Sí si, muy contenta, gracias. Besito, besito y adiós. El dios de las madres lactantes me va a castigar a un infierno especial que hay lleno de celadoras que te aplican sacaleches manuales....Han pasado más de dos años, he tenido un segundo bebé, he vuelto a intentar lo de la lactancia, incluso me he comprado un super sacaleches eléctrico y he hablado con consultoras de lactancia. Pero a la tercera semana, viendo que íbamos por el mismo camino de llantos y deshidrataciones, muy tranquilmente, he comprado un montón de bibes y leche maternizada. Mi bebé duerme y engorda. Yo duermo, bueno y también engordo o no adelgado. Mi primer bebé también duerme y el papá también. Somos felices, todos dormimos y algunos engordan 300 gramos a la semana. Pero lo he vuelto a hacer: me he encontrado con mi matrona, la de la Liga de la Leche, y le he mentido descaradamente diciéndole que doy el pecho. No quiero que descubra lo mala malísima madre que soy. Como duermo más, me dedico a leer más cosas. Se me ocurre leer el último libro de Elizabeth Badinter, Le conflit, la femme et la mére (http://libros.fnac.es/a367608/Elisabeth-Badinter-Le-conflit-la-femme-et-la-mere) y descubro muchas cosas. Se me ocurre leer un artículo de una madre pro-lactancia que analiza cómo la mayoría de los supuestos beneficios de la lactancia no están tan claros (http://www.theatlantic.com/magazine/archive/2009/04/the-case-against-breast-feeding/7311/), y se me ocurre leer lo último de Erica Jong en el Wall Street Journal (http://online.wsj.com/article/SB10001424052748704462704575590603553674296.html) y empiezo a pensar. ¿nos estamos volviendo locos? ¿No era la vida suficientemente complicada, también tenemos que añadir fundamentalismos nuevos?...No soy matrona ni médico, y no tengo respuestas sobre la lactancia. Me hubiera gustado mucho que me hubiera salido bien. Pero no hay nada mejor en el mundo que poder disfrutar a tus hijos, meterte a un bebé suave en la cama y darle muchos besos. Y si la lactancia que no funciona te impide disfrutar eso, es que algo no lo estamos haciendo bien.
Hola! Tengo que reconocer que dar el pecho, como gran número de mujeres no fue fácil... la niña no tiraba bien del pecho (por lo que durante varias semanas la mitad de las tomas eran del pecho y la mitad de leche extraída), me salieron grietas, no dormía... todo se fue solucionando poco a poco, con mucha paciencia y mucho apoyo de mi marido y de la Liga de la Leche... ahora la niña tiene 11 meses y medio y todavía toma el pecho, alguna vez me muerde (sobre todo si está cansada), pero ha merecido y merece la pena. A ella le alimenta, le suministra anticuerpos, pero además le gusta y le tranquiliza y yo creo que hago lo mejor para ella, y seguiré haciéndolo hasta los 2 años, que es la edad que recomienda la OMS.En cuanto a los comentarios de futuras madres, les diría que yo, como muchas otras pensábamos una cosa antes de tener al bebé y otra después, cuando lo tuvimos en brazos y en el hospital y fuera de él recibimos muchísima más información.Y con esto no quiero generalizar, ni decir que mi opción es mejor, cada una busca su propio camino, pensando que hace lo mejor para ella y su hijo.Ah! Sobre estar con ellos más o menos tiempo, no creo que sea ni bueno ni malo, todo depende de la atención, la sociabilización, los estímulos, etc. Y los niños con más atención no son más dependientes, sino todo lo contrario, se sienten valorados y seguros y son más independientes... Prestarles la atención adecuada no crea relaciones enfermizas (sino lo contrario); otro problema diferente es la superprotección y eso sí que es un problema no relacionado con si están o no en casa.
Buenos días,Hablando sobre el artículo de el Magazine de El Mundo, lo primero es que no estoy en absoluto de acuerdo, creo que es interesado y parcial. Siempre hay unas cuantas feministas intentando "liberar" a las mujeres y al final ejercen el mismo papel que los "piquetes informativos" en las manifestaciones... si no entras por el aro que ellos te ponen eres un traidor. Estoy un poco cansada de ellas, la verdad, me parece bien que cada uno tome sus propies decisiones y es eso lo que deben apoyar, no su particular visión de la mujer y de la liberación. En cuanto a ciertos médicos/científicos/oganizaciones diciendo que es o no beneficioso dar leche materna... solo hay que pensar un poco, hay muchos laboratorios interesados en que - por motivos comerciales - no se de a los bebés leche materna, estos laboratorios, pagarán universidades, organizaciones médicas y hasta patrocinarán a organizaciones feministas para conseguir sus intereses.Pero el que realmente me ha decepcionado es el Magazine de El Mundo y El Mundo no por tener otra visión, sino por su parcialidad.Un saludo, María
Gracias Bioleta por tu post...he llorado, deben de ser las hormonas, solo hace 5 semanas que di a luz...mi nena es mucho mas feliz ahora con el bibe, yo sere una mala madrem oero por lo menos ahora ya no sufro porque se vaya a despertar, ni lloro de dolor al cogerla en brazos...
Soy mamá de dos mellizos de 8 meses y les he dado el pecho (complementando con el biberón) y ahora con otro alimentos como el potaje o la compota y me ha ido bien. ahora los voy a destetar porque compaginar trabajo y lactancia no me resulta fácil. Tengo que decir que yo si me vi presionada por la gente partidaria de la lactancia materna y que a mí me parece más una secta que otra cosa pues todo lo argumentan con la "teta" y se olvidan de otras cosas que támbién son importantes. Para mí, cada una deberia hacer lo que en gana le venga y no me parece justo que las obsesionadas con dar el pecho usen la culpabilidad para acoger nuevas adeptas. Ya sé que el correo no va a gustar pero es mi humilde opinión. Y no olviden que he sido persona que op´tó por la lactancia materna pero si hubiera dependido de la gente alrededor favorable a la lactancia materna, hubiera optado por el biberón.
El artículo de El Mundo no me pareció ofensivo. Trataba un tema y nombraba las dos opciones: lctancia, biberón y quizás incidía en el planteamiento que hacen cada vez más los favorables de la lactancia materna y que en el fondo su obsesion les lleva a parecer una vaca. Me pareció una forma suave de tratar el tema, pues ninguna teoría llevada al extremo es buena y por tanto, la lactancia radical tampoco.
Saludos, Montse
Bioleta, y por qué tus bebés no engordaban con tu leche??? Me imagino que nadie se molestó en averiguarlo. Ese es el problema. Hay mujeres que deciden dar leche artificial y es respetable. Son personas adultas que conocen los efectos secundarios y que han hecho una valoración de beneficios-inconvenientes. Pero hay mujeres que desean dar el pecho y si surgen problemas no encuentran ningún apoyo. Yo soy asesora de lactancia y lo único que me importa son esas madres que quieren dar el pecho. Por lo demás, sinceramente, me importa un bledo.
Bioleta,
¡Què bien me ha hecho tu comentario! No podría haber descrito mi experiencia mejor...me he visto reflejada de forma increíble...
¡Gracias por poner en palabras ese torbellino de sentimientos!
Elena
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Periodista de EL PAÍS desde 2004, ahora en Planeta Futuro. Ha trabajado en Internacional, Portada, Sociedad y Edición, y escrito de literatura infantil y juvenil. Creó el blog De Mamas & De Papas (M&P) y es autora de 'Cosas que nadie te contó antes de tener hijos' (Planeta). Licenciada en Derecho y Empresariales y máster UAM/EL PAÍS.