El pleno extraordinario del Ayuntamiento de Tarragona celebrado hoy ha aprobado las ordenanzas fiscales que congelan los impuestos a los ciudadanos y aumentan los que gravan a las mayores empresas de la demarcación.
El pleno ha aprobado congelar, por segundo año consecutivo, los impuestos residenciales, es decir, los que afectan a las economías domésticas, tales como el de la recogida de la basura o el impuesto de circulación, entre otros. En cambio, ha optado por subirlos un 10% a las grandes empresas de la ciudad de sectores como el turismo, la refinería, la química o la construcción, lo que ha provocado un rifirrafe dialéctico con los grupos de la oposición, CiU y PP.
Así, el concejal de CiU Joan Aregio ha constatado que aunque no suban los impuestos a los ciudadanos de Tarragona, el hecho de aumentarlos a un 10% de las empresas más grandes de la ciudad permitirá al consistorio recaudar un total de dos millones más.
El teniente de alcalde de Gestión Económica y Presupuestaria, Pau Pérez, ha tildado de "falacias" y de "falsas" las acusaciones de CiU y PP y ha explicado que la subida de impuestos al 10% de las empresas más ricas "sólo afecta al 0,79% de los contribuyentes y, por tanto, un 99,21% de los tarraconenses se beneficiarán".