Rubalcaba marca las líneas para la recuperación: "Austeridad, reformas y cohesión social"
Los nuevos ministros prometen sus cargos ante el Rey.- Jáuregui: "No podemos quedarnos quietos para lograr la España que merecemos".- Pajín: "No dejaremos a nadie atrás. Seguiremos apostando por los que peor lo están pasando"
María Teresa Fernández de la Vega repartió ayer por la tarde carteras [una para Alfredo Pérez Rubalcaba y otra para Ramón Jáuregui] y se llevó el cariñoso reconocimiento de sus sucesores en los cargos que ha ocupado durante los últimos seis años y medio. La de vicepresidente se la entregó al que desde hoy acapara tres potentes cargos en el Ejecutivo de Zapatero: Vicepresidencia primera, Ministerio del Interior y Portavocía. A Rubalcaba le han sobrado segundos para ponerse manos a la obra en su nuevo cometido y ha marcado inmediatamente las líneas básicas para que José Luis Rodríguez Zapatero llegue a 2012 blandiendo el éxito de la recuperación: "Austeridad, reformas y cohesión social". Esa es la receta.
El flamante ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui, que será pilar fundamental del vicepresidente primero, exhibió igual compromiso que el de su jefe: "Lo vamos a dar todo y si es preciso, aunque sea un poco melodramático, moriremos en el intento", ha asegurado Jáuregui, recién llegado del Parlamento Europeo y que ha elegido para la ocasión una corbata con los colores de la ikurriña [es vasco y fue vicelehendakari]. El nuevo ministro ha expresado su "compromiso sincero" con su nueva labor, y ha asegurado que "en dos tardes" con Alfredo [Pérez Rubalcaba] se pondrá al día de la política nacional. "No podemos quedarnos quietos para lograr la España que merecemos", ha sentenciado.
"Por trabajo no va a quedar", ha dicho Rubalcaba, quien ha mostrado su esperanza en que al trabajo, además, "le acompañe el acierto", y ha añadido que al Ejecutivo "le quedan muchos días para mejorar la vida de los ciudadanos". También ha querido dejar constancia de su sentido del humor y de su pasión por el fútbol, al asegurar que las jornadas serán tan duras como en su anterior etapa en La Moncloa, pero que los teléfonos no sonarán cuando haya partido de fútbol.
Explicar las reformas
El nuevo vicepresidente, ministro del Interior y portavoz del Gobierno ha dicho que los objetivos del Ejecutivo son la recuperación económica y la creación de empleo. Conseguirlo, ha dicho, exige reformas, explicarlas a la sociedad que tiene que asumirlas para que funcionen, austeridad y cohesión social. Rubalcaba también ha expresado su orgullo por seguir dirigiendo los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado y ha agradecido especialmente el trabajo de su equipo en el ministerio: "Una parte de mi presencia aquí se debe a su trabajo", ha subrayado.
En La Moncloa se ha vivido el momento más emotivo del día cuando Rubalcaba se ha referido afectuosamente a la que en ese momento se había convertido ya en ex vicepresidenta. "Nada será igual. Hay un antes y un después de la presencia de Teresa Fernández de la Vega en la política española", ha subrayado. El momento ha provocado lágrimas entre alguno de los presentes: "Todo lo que querías se hará tal como tenías pensado", ha añadido con tono solemne y cariñoso Rubalcaba.
A las 19.12, Trinidad Jiménez ha recibido la cartera de manos de Miguel Ángel Moratinos, quien ha dicho que se va "satisfecho". La nueva ministra de Exteriores ha asegurado que seguirá trabajando en la línea trazada por Moratinos, "porque los logros han sido muchos". La nueva ministra de Asuntos Exteriores ha subrayado que su labor estará guiada por el respeto y el diálogo. "España necesita este gran ministerio", ha añadido.
El Estado de bienestar
Casi una hora después, Jiménez daba el relevo en Sanidad a Leire Pajín: "Os dejo en las mejores manos", ha dicho para dar paso a la nueva ministra. La ex secretaria de Organización del PSOE ha señalado que el Gobierno seguirá apostando por el Estado de bienestar: "Nuestra apuesta es clara y nítida, no dejaremos a nadie atrás; seguiremos apostando por los que peor lo están pasando", ha asegurado la componente más joven del Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, que ha tendido la mano al diálogo y al acuerdo.
Rosa Aguilar, la gran sorpresa de la remodelación llevada a cabo por el presidente del Gobierno ha centrado buena parte de su intervención en los agradecimientos: "Yo es que soy persona de sentimientos", ha asegurado. La nueva ministra de Medio Ambiente ha incidido en que "son tiempos difíciles y complejos, que están llenos de retos y de desafíos", pero que "ahora más que nunca hay que arrimar el hombro, porque es cuando más lo necesita la ciudadanía". "Son momentos para ofrecer respuestas", ha explicado. Aguilar también ha subrayado que el Gobierno "no va a defraudar las expectativas de la ciudadanía y que su seña de identidad será el diálogo y la participación de todas las comunidades autónomas".
El último en comparecer fue el nuevo ministro de Trabajo. Tras unas palabras de agradecimiento, Celestino Corbacho hizo entrega de la cartera del Ministerio a Valeriano Gómez, que aprovechó su intervención para recordar su paso por la instalaciones a las que ahora vuelve como máximo responsable. Su discurso subrayó que el diálogo social "como objetivo especialmente importante de la política social". El consenso no es sólo deseable, sino que se trata de lo más "eficiente". "Sabemos dónde están nuestros problemas", declaró, refiréndose a la crisis económica, "la más intensa en los últimos ochenta años". El nuevo ministro señaló que se ha dado una "pérdida de empleo concetrada en la construcción", ya que "de cada cuatro despidos, tres se han dado en este sector". Gómez mostró una actitud positiva: "Ahora se trata de aplicar esas políticas, y de que estén sometidas a la transparencia y el escrutinio público". Respecto a las pensiones, uno d elos temas que tendrá que abordar en breve, recordó que en países como Francia se gasta un porcentaje mayor del PIB. También mencionó al colectivo inmigrante, al que pidió.
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