La Generalitat pide ahora una Ley de la Memoria Histórica más ambiciosa
Saura se suma a la tesis de ERC para que el juicio a Companys se declare nulo
Joan Saura, consejero de Interior, cambió ayer de opinión y pidió, en la línea de Esquerra (ERC), una nueva la Ley de la Memoria Histórica más ambiciosa. En un acto en el Fossar de la Pedrera, en Montjuïc, en recuerdo del 70º aniversario del fusilamiento de Lluís Companys, el consejero reclamó que la ley recoja los argumentos del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, que en abril dictó una resolución en la que consideraba nula la sentencia de pena de muerte sin necesidad de apelar al Supremo.
"La postura del fiscal fue un paso adelante, pero esta doctrina debería consolidarse en la ley para que sea aplicable a todos los casos", afirmó Saura en un emotivo acto ante un centenar de personas. El anuncio sorprendió porque el propio Saura y el presidente de la Generalitat, José Montilla, aplaudieron la decisión del fiscal, pese a que en su escrito desestimaba la petición del tripartito, que en 2009 planteó al fiscal que pidiera al Supremo la nulidad del juicio. La postura de Conde-Pumpido desató la ira de ERC, de juristas —entre ellos el ex fiscal de corrupción Carlos Jiménez Villarejo, que ayer la volvió a descalificar—, de la Comisión de la Dignidad y de historiadores que la consideraban insuficiente porque creen que una sentencia solo se puede anular a través de un tribunal o de una ley, como sucedió con los juicios del nazismo. "Bienvenida la rectificación", exclamó satisfecho Joan Ridao en alusión al cambio de postura de Saura. El diputado de ERC planteó hace poco, sin éxito, una pregunta al ministro Francisco Caamaño sobre el cambio de la ley y está promoviendo ahora su modificación. Curiosamente, el domingo pasado, en otro acto en el Fossar, ante el director del Memorial Democràtic, Miquel Caminal, Ridao consideró "incomprensible" que la izquierda pudiera cerrar de esa forma la carpeta de Companys. Caminal comparte el criterio de que se deben anular las sentencias a muerte.
La petición de Saura no ha sido debatida en el Gobierno y ahora la pelota está en el tejado de Montilla, que presidirá hoy el homenaje a Companys en el Fossar de Santa Elena. La Comisió de la Dignitat ha organizado una ceremonia laica en la iglesia de Sant Agustí, donde se leerá poesía y una coral interpertará el Réquiem de Mozart. La nieta del presidente fusilado, Maria Lluïsa Gally, está cansada de que su abuelo siga condenado. "Es una afrenta del Gobierno hacia Cataluña. Han pasado 35 años desde que murió Franco y aún no lo han hecho. Es una cuestión de ganas", dijo Gally en México, donde vive. Asimismo subrayó que está satisfecha con la Generalitat, que trabaja para que se anule el jucio a su abuelo: "Tenemos el reconocimiento de su honorabilidad. Pero quiero que digan que fue secuestrado y asesinado. Así debe salir en los libros de historia".
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