Consejeros de Montilla piden no bajar la guardia ante Zapatero

En el Partit dels Socialistes de Catalunya hay satisfacción contenida por el resultado del debate de la nación y por las gestiones hechas por el presidente de la Generalitat, José Montilla, en el Parlament de Cataluña. Pero dista de haber unanimidad. El sector más catalanista del partido, minoritario en la dirección pero muy bien representado en el Gobierno catalán, lanzó nuevas advertencias Montilla para que no baje la guardia ante el PSOE. Fuentes de la dirección explicaron que, pese a haber felicitaciones unánimes tanto a Montilla como a los diputados del Congreso Daniel Fernández y Francesc Vallès, también hubo advertencias.

Concretamente, los consejeros Antoni Castells, Ernest Maragall y Marina Geli incidieron en la idea de que se tiene que velar por que los acuerdos tomados en el Congreso no queden en papel mojado. La desconfianza en la palabra de Zapatero es notoria en este sector del partido, que se ha caracterizado por pedir reiteradamente que el PSC se dote de un grupo parlamentario propio en el Congreso. Los tres consejeros reiteraron que la actitud firme expresada por Montilla los últimos días no debe decaer.

Tras la reunión de la ejecutiva, el portavoz, Miquel Iceta, reconoció que en el partido hay "posiciones diversas".

El presidente de la Generalitat, por su parte, pidió a los suyos que destaquen el papel a su juicio central del catalanismo del PSC frente al independentismo de Esquerra Republicana, que en los últimos días también se hace sentir con fuerza en Convergència. No fue el único que alertó de esta deriva. El presidente del comité de Gobierno de Unió Democràtica, Josep Antoni Duran Lleida, avisó de que los posicionamientos claros de los partidos catalanes entre partidarios y contrarios a la independencia "solo dividen la sociedad en dos". Lo dijo el mismo día en que el portavoz parlamentario de CiU, Oriol Pujol, se definió a sí mismo como independentista, aunque dijo que la independencia no es por ahora "la bandera ni la proclama inmediata de CiU".

Tratando de evitar nuevos choques con Duran Lleida, habitualmente crítico con los pronunciamientos soberanistas por parte de Convergència, Pujol remarcó que CiU no hace un llamamiento a la independencia sino al derecho a decidir "para que Cataluña pueda disponer sobre su dinero y recursos", en referencia al concierto económico.