La propietaria del bar Joan reabre tres meses después del crimen de su hermano y su madre

Maria Angels Foix, hija y hermana de las víctimas del doble crimen del bar Joan, situado en el número 338 de la calle Provença, en el Eixample de Barcelona, reabrió el 1 de junio, tres meses después del homicidio de sus familiares. En declaraciones a Europa Press, la mujer explicó hoy que ha reabierto, varios meses después del suceso, "por necesidad", aunque si por ella fuera no lo hubiera hecho. Aunque se negó a hablar de lo ocurrido, aseguró que todavía no tiene novedades del caso. "No nos han dicho nada", alegó.

Desde que ha reabierto, hace justo una semana, dijo haber visto sólo una vez a una patrulla de los Mossos, sobre las 14 horas, aunque a la hora que siempre cierra el establecimiento, sobre las 19.30 horas, no ha visto a nadie por allí. Según ella, los Mossos le han asegurado que llevan dos años patrullando la zona, aunque ella constata que no es en su calle, sino más arriba.

Su bar está situado en la confluencia de las calles Provença y Bruc con la avenida Diagonal, justo donde están ubicadas las obras del AVE, por lo que unas barreras rodean la calzada y dejan los comercios detrás de las barreras, con el espacio para caminar por la acera.

Conmoción en el barrio

El crimen del bar Joan tuvo lugar el 22 de febrero, sobre las diez de la noche, cuando madre e hijo estaban cerrado, y conmocionó a un barrio entero, donde muchos conocían a las víctimas y algunos eran clientes habituales. Ahora, Maria Angels Foix trata de recobrar la normalidad en su bar, tras hacer algunas mejoras, y ya se pueden ver en él a clientes de la zona que toman su café de la mañana.

Los Mossos d'Esquadra todavía no han detenido a nadie por estos hechos, y pocos detalles han trascendido de la investigación policial, aunque todo indica que se trató de un robo, ya que aparecieron la máquina tragaperras y la de tabaco reventadas. No obstante, la brutalidad con la que se produjo el crimen sorprendió a los propios investigadores, que desde entonces trabajan para esclarecer qué empujó a los ladrones a usar una violencia extrema.

De hecho, fue la propia Maria Angels Foix quien se encontró los cadáveres de su hermano Josep Foix, de 55 años, y de su madre, Maria Carles Solé, de 85 años, poco después de que sucedieran los hechos, sobre las 22.30 horas de aquel 22 de febrero.

Perjuicio a los comercios

Los comerciantes y vecinos de la zona clamaron entonces por más seguridad en el entorno de las obras, y pactaron con el distrito y la Guardia Urbana más patrullaje, especialmente a la hora del cierre. Una decena de comerciantes han creado una plataforma de afectados por las obras en la confluencia de las calles Bruc y Provença. Su presidente, Joan Garcés de Marcilla, que regenta una tienda de animales domésticos, Don Perro, explicó hoy que las patrullas policiales sí que pasan, por la mañana y a la hora del cierre. Negó que se hayan producido otros robos en la zona y destacó los grandes focos que los constructores del AVE han colocado para iluminar las calles. No obstante, puntualizó que en un lado de la calle Bruc se han quedado sin iluminación, algo que en breve trasladará al Ayuntamiento para que lo subsane.

Como responsable de la plataforma de comerciantes, aceptó que las obras tienen que hacerse, pero explicó que han pedido al distrito que señalen mejor los comercios, ya que las obras les "perjudican", sobre todo ahora que también se enfrentan a la crisis.