La policía de Cambrils, de baja por depresión

La Policia Local de Cambrils (Baix Camp) sufre un goteo de bajas continuo básicamente por depresión, entre otras enfermedades. La situación, que ha llegado a afectar a 56 policias de una plantilla de 96 agentes, responde a la mala gestión municipal del cuerpo, denuncian los sindicatos. Estos reclaman la dimisión de la concejal de seguridad ciudadana, Laura Forcadell, y del propio alcalde, Robert Benaiges (PSC). Benaiges ha rechazado cualquier responsabilidad y ha abierto un expediente informativo para esclarecer la avalancha de bajas laborales. También ha solicitado información a la Inspección de Trabajo y a la mutua que gestiona las bajas de la plantilla municipal. "Es un hecho extraño y extraordinario pero confío en mi policía. Si están de baja, será justificada", ha explicado en una rueda de prensa esta mañana.

La oposición (CiU, PP y la plataforma local PLIC) se ha sumado a las críticas por entender que la situación de la policía local resulta "insostenible". Por ello exige la dimisión del acalde, quien subraya que ningún vecino ha protestado por dejación de funciones del cuerpo policial. Este ha vinculado la cascada de bajas por depresión con las desavenencias con el equipo de gobierno. "Nos hemos convertido en marionetas de un sistema de imposición y control permanentes en el que sufrimos una persecución constante", ha advertido en un comunicado la sección sindical de UGT del cuerpo.

Los afectados mantienen que la situación es fruto de las actuaciones políticas que se han ido produciendo desde las elecciones municipales de 2007. Desde entonces, los responsables "han incumplido acuerdos y promesas" y abierto una guerra en forma de reiteración de expedientes disciplinarios, lo que el Ayuntamiento niega de plano. "No son hechos reales", ha subrayado Benaiges antes de anunciar una reunión con los líderes sindicales la próxima semana.

Entre tanto, la acumulación de bajas ha provocado turnos de más de 12 horas para los agentes que siguen acudiendo a trabajar. Los policías han admitido que están presionando a sus compañeros de baja para que soliciten el alta laboral dada la imposibilidad de cubrir la totalidad de las funciones del cuerpo. Los agentes señalan que la sucesión de ausencias responde a una medida de protesta contra las políticas "discriminatorias" del Ayuntamiento. Fuentes sindicales apuntan que el pulso entre consistorio y agentes, que tienen plenos derechos sindicales pero no pueden ejercer el derecho de huelga, se les ha ido de las manos. "Hemos llegado a un extremo en el que debemos negociar porque continuar así es imposible". Entre ayer y hoy, siete agentes han obtenido el alta y ya se han reincorporado al trabajo.