Condenado a 25 años y medio de cárcel al único acusado del crimen de la Colchonería

La Audiencia Provincial de Cádiz ha condenado a 25 años y seis meses de prisión al único acusado por el crimen de la colchonería, ocurrido el 14 de febrero de 2008 y en el que murió acuchillada Loli Amaya, la dependienta de una tienda de colchones de Chiclana de la Frontera (Cádiz).

El acusado está acusado a cinco años de prisión por un delito de robo con intimidación consumado, a tres años y seis meses por otro delito de robo con intimidación en grado de tentativa y a 17 años de cárcel en concepto de autor de un delito de "asesinato". Tendrá que indemnizar a los padres de la víctima con 30.000 euros y a la pareja de ésta con 150.000 euros, cantidades que devengarán los correspondientes intereses legales, y a abonar las costas procesales causadas, incluidas las de la acusación particular.

Alrededor de las 18.00 del 14 de febrero de 2008, el acusado robó 150 euros, con un cuchillo de 20 centímetros y medio de hoja, en un establecimiento de la localidad. Sobre las 21.00, con el mismo cuchillo, se dirigió a la colchonería Dulces sueños y, con una gorra en la cabeza y una braga del cuello hasta la nariz para impedir su identificación y tras comprobar que en su interior se encontraba únicamente la dependienta Dolores Amaya, se acercó a ella y, con el cuchillo, le exigió que le entregase la recaudación.

La Fiscalía sostiene que tenía la intención de causarle la muerte porque una vez entregada la recaudación la acuchilló. Además, el acusado se deshizo con posterioridad del cuchillo lanzándolo al río Iro de Chiclana, donde fue localizado por la Guardia Civil.

El juicio comenzó el pasado día 10 y quedó listo para sentencia dos días después, justo cuando la defensa del único acusado cambió la estrategia y admitió la autoría de los hechos -cosa que antes había negado-, aunque solicitó una condena por homicidio y no por asesinato, como pidieron la Fiscalía y la acusación particular.