_
_
_
_
Blogs / El Viajero
El blog de viajes
Por Paco Nadal

Pingüinos, elefantes y otros animales

Tierra del Fuego es el extremo sur del continente americano. El punto donde los Andes pierden altura y se diluyen en el océano no sin antes haber dejado un gatuperio de islas, islotes y canales, modelados por la acción de los glaciares.Estamos en el paralelo 54º, no hay tierra en estas latitudes tan meridionales en ningún otro continente, y el clima es a veces malo y otra veces, peor. Por eso la presencia humana es mínima. Los antiguos habitantes de estas tierras -los ona, los yaganes, los alacalufes y los haush-, fueron exterminados sin piedad por el hombre blanco, (hay muchos libros sobre el tema, recomiendo Extinción indígena en la Patagonia, del chileno José Perich).Por eso es una de las últimas zonas vírgenes del planeta, un santuario de vida animal que pese a todas las agresiones del hombre, sigue su curso.Uno de los animales más fantásticos que hemos visto de momento es el elefante marino . Bolas de grasa de 3.000 kilos que dormitan en las playas en actitud placentera y permiten que te acerques a ellos lo suficiente como para sentir su pesada respiración (y su olor nauseabundo), aunque cuando se enfurecen o luchan entre si por aparearse con una hembra mejor no estar cerca: pueden llegar a ser temibles.Lo que me gusta del Vía Australis, el barco en el que viajo, es que a bordo en vez de clases de cómo ponerte el pareo o cómo bailar "Los pajaritos" hay conferencias sobre glaciología, sobre Darwin y el Beagle o sobre flora y fauna patagónicas a cargo de naturalistas, de manera que cuando bajas a tierra en las zodiac para las excursiones podrías pasar con nota aquel examen sobre biología que suspendiste en el bachillerato.Hay cientos de especies de aves. Ayer tarde navegamos con las cuatro zodiac que lleva el buque en torno a la isla Tucker, donde habitan cormoranes imperiales y de las rocas, patos quetru, caiquenes, águila de cabeza negra?. Pero lo más espectacular del islote Tucker es la colonia de unos 4000 pingüinos de Magallanes que vive en él . Estos son los pingüinos más comunes de Tierra de Fuego y pese a que han sido cazados por los pescadores para usarlos como carnada en la pesca de la centolla, no huyen cuando te acercas a ellos en la playa. Exite otra colonia muy famosa de pingüinos de Magallanes cerca de Punta Arenas que se puede visitar en coche, pero a veces hay más turistas que pingüinos. Por eso me emocionó verlos aquí, en la soledad de una tarde gris plomiza de la Tierra del Fuego. El capitán nos permitió a mi y la fotógrafa que me acompaña quedarnos solos en la playa cuando los demás compañeros de viaje ya regresaban al barco. Solos entre miles de pingüinos. A cientos de kilómetros del lugar habitado más cercano. En una isla horadada por kilómetros de túneles (las guaridas donde tienen a sus crías) y con un suelo almohadillado con un par de metros de espesor de turba y guano de pingüino (¡lo que me costó quitarle ese olor a las botas!). Rodeados de miles de pequeños y cómicos seres que nos miraban perplejos como preguntándose a sí mismos: ¡que bichos más raros! ¿dónde se habrán dejado el frac?

.PD: Aquí los efectos del terremoto no se han sentido, pero si hay un sentimiento generalizado de solidaridad con el país y sus víctimas. ¡Fuerza, Chile!

Comentarios

Llega mucho.(chose he)
Lamento haberme perdido tus anteriores reportes, el día al día de ellos. Es que estoy recién llegado de tú patria (aunque sólo visité la capital y Toledo) y estoy poniéndome al día con tú blog ...Mira, la Patagonia enamora y cautiva, nadie puede quedarse indiferente ante la belleza de semejantes paisajes y aunque la historia resulte salvaje e intolerante, siempre nos quedará un grano de esperanza al vislumbrar el infinito gris de esos cielos.A propósito: claro, he 'invertido' en tú último libro, te tengo aquí en mi escritorio parisino. De entrada me encantó las palabras que te dedica Angeles Mastretta y me cautivó la dinámica de tú narración. Lo demás, te lo cuento en mail privado ...
Me encantaría volver a oler el "perfume" de los elefantes marinos!!! Qué tierna la imagen de la parejita, los cogistes bien...yo los pillé con un beso en el morro, deben ser muy cariñosos.Tal como vas, dentro de poco te emocionarás y te pondrás morado con el marisco de Puerto Montt, ya nos contarás. Besos desde tierra.
¡¡Síííí!! ¡¡ARRIBA CHILE!!
¡Qué privilegio has tenido Paco! Ahí, al ladito de los pingüinos... sigue disfrutando...
feliz crucero, te envidiamos de corazon.¿cuando haces el casting de fotografos?
pedazo de foto la que da entrada a esta entrada Paco! Que maravilla de visión ver a 2 pedazo de elefantes peleando con ese telón de fondo. Tiene una pinta estupenda el viaje que nos estás contando, como de costumbre, y me traslada con envidia sana a mi experiencia patagonica. Un abrazo desde la ya cálida Andalucía
Qué de cosas me apunto de la narración de tus viajes. Empezando por la palabra gatuperio, que hay cruceros donde te enseñan a bailar los pajaritos y debería apuntar a mis tías en ellos, hasta lo de meterle el camelo al capitán del Australis de que tienes que hacer un reportaje para quedarte ahí solito con la fotógrafa :-PMe leí el viaje del Beagle hace poco. Cuánto me los estás recordando. Los fueguinos que mencionaban en el libro, ¿será el nombre general de todas esas tribus que enumeras?. Pobre gente. Y pensar que los blancos seguimos exterminando hoy en día muchas otras culturas, en América, África, Asia...Tiene que ser una pasada andar por ahí casi dos siglos después del viaje de F. Roy, justo además cuando se ha vuelto a repetir casi idéntico, el terremoto que describió Darwin. Un abrazo para Chile. ¡Que siga el viaje!.
Son geniales esas fotos. Ese lugar debe ser impresionante para verlo en directo. Es una experiencia única poder ver tal naturaleza en estado puro.
Hace poco salió un reportaje en el National Geographic Magazine sobre las piscifactorias de salmones de la Patagonia chilena. Al parecer, este tipo de granjas contaminan de tal forma las aguas de la costa donde se encuentran, que tienen que trasladarlas más al sur, donde las aguas todavía son puras. Hay cientos de piscifactorias planificadas en los fiordos patagonicos. Todo esto está en peligro.
Estar en medio de los miles de pingüinos en la Isla de Tucker es una sensación muy especial, entre otros, porque nos hacen sentir en "casa", en medio de pequeños hombrecitos dulces y tiernos. Una linda experiencia. Un abrazo,
Oye, ¿sabes que tienes aquí una gente que escribe que es una delicia? ¡Qué cautivador! Sobre lo de tu imaginación... a mí me pareces un tipo ingeniosamente realista, Saludos a Hopper. Te pinta pero con mucha más luz.(in slinks)
Me pregunto que estaban mirando los pingüinos y me planteo que siempre hay uno que pasa del tema. Me gusta :-)Besos a las focas, son preciosas.(he clowned)
Vaya panorama, espectaculares vistas!! Yo sé que henchido de felicidad tienes que estar a cada segundo...Sabes que los "ona" no se llamaban "ona"? El nombre lo dio un misionero, el primer hombre que tuvo contacto con ellos y con los yámana. Los yámana (o yagán, yaganes) llamaban a los selknam onas, porque en lengua yagán "ona" es "norte", y los selknam venían del norte. Un misionero aprendió el idioma yagán conviviendo con ellos. En Ushuaia hay un museo muy interesante (el museo del fin del mundo!!) sobre todos ellos. No dejes de visitarlo!!Yo tamibén quedé fascinada con los pingüinos. Sé de qué parque hablas, el masificado, pero no estuve allí. Fui en coche a una zona muy pequeña, donde normalmente hay unas 6000 parejas. Seno Otway. Cuando nosotros fuimos, ya solo quedaban unas 50 parejas y sus crías. Cuando paren, esperan a que la cría pierda el primer pelo (no les cuesta mucho, con el constante viento que sacude los huesos) y después vuelven, nadando, hacia rutas más cálidas. YO me enamoré de los pingüinos. Tuve la suerte de llegar y que no hubiera nadie. Esperamos un rato parapetados tras unas tablas de madera, a que salieran de sus madrigueras y fueran a la playa para pescar y retozar. ERan tan graciosos al caminar!!! pero lo inaudito era la rapidez con la que nadaban!! Sin movernos, los pudimos contemplar a sus anchas. Muchas crías simplemente se quedaban de pie contra el viento, con los ojos entrecerrados, para perder el plumaje. Me pareció increíble saber que cada cría, cuando se hace mayor y encuentra su pareja, volverá hasta la misma colonia donde nació para dar a luz. No importan los miles y miles de km que se haya alejado. Se acuerdan exactamente del lugar donde nacieron y vuelven a él para, a su vez, dar vida.
Hola Paco !..Gracias de todo corazòn por ese ¡ Fuerza Chile !.""..tus artìculos son, verdad ! muy bellos !!! "" la tierra que pisaste este fìn de mundo , su gente.. somos victimas del terremoto , pero tenemos fortaleza , sentimientos de unidad y al leer todas estas notas tuyas , me siento agradecida que alguien escriba asì de mi bello paìs y de tantos lugares del mundo por ver , para los que no podemos viajar,.. lo haremos al ser parte en este blog ,.., sigue escribiendo , sin fronteras ,... un abrazo gracias Federico por el ànimo a CHile ,y a Vane , a tantos otros.
Que envidia me das!, estar en medio de esa naturaleza virgen. Espero poder disfrutar de algo asi algun dia. Un saludo y enhorabuena por tus artículos.

Boletín

Las mejores recomendaciones para viajar, cada semana en tu bandeja de entrada
RECÍBELAS

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_