ETA agudiza la presión sobre los empresarios con más cartas de chantaje

La organización terrorista ETA ha recrudecido la extorsión sobre los empresarios vascos y navarros, según pudo confirmar ayer este periódico tanto en fuentes empresariales como de la lucha antiterrorista.

Desde finales del año pasado en el País Vasco y desde hace dos o tres semanas en Navarra, la banda ha hecho llegar varias decenas de cartas de chantaje, directamente o a través del entorno más próximo al amenazado, y también ha realizado llamadas telefónicas intimidatorias, instando al pago de la extorsión exigida por escrito con anterioridad. Algunas de éstas últimas llamadas han sido hechas desde cabinas telefónicas situadas en Francia, según fuentes de la lucha antiterrorista en el País Vasco. Las cantidades exigidas rondan los 100.000 euros.

El presidente de la Confederación de Empresarios de Navarra (CEN), José Manuel Ayesa, indicó que se percibe un recrudecimiento de la extorsión, "dormida", según sus palabras, desde junio del año pasado, lo que se refleja también en un aumento de las cantidades exigidas.

Un alto "ficticio"

En varios casos, la persona acosada ha recibido una carta y una llamada o dos cartas, una personal y otra dirigida a algún familiar. El consejero vasco de Interior, Rodolfo Ares, emplazó ayer a la izquierda abertzale a pronunciarse "con toda claridad" en contra "de la extorsión y las amenazas", pero no se refirió a la existencia de esta nueva remesa de misivas.

Ayesa recalcó a EL PAÍS que desde el pasado mes de junio se había observado en Navarra una "paralización" de la actividad extorsionadora de ETA. "Ahora vemos que era ficticia", añadió.

Las cantidades que la banda terrorista exige son muy variadas, pero en general resultan más elevadas que en intentos de chantaje anteriores. "Si hace dos años pedían entre 20.000 y 100.000 euros, ahora hablan de entre 100.000 y 400.000", explicó Ayesa, quien cifró en "entre 30 y 40" las personas afectadas que han puesto su situación en conocimiento de su organización empresarial.

El número es similar en el País Vasco. Fuentes de la patronal Confebask confirmaron también la oleada extorsionadora: "No hay ninguna novedad. Periódicamente aparecen, más bien habría que hablar de continuidad".