Rubalcaba y Ares destacan el éxito de la colaboración policial contra ETA

29 presuntos etarras han pasado a disposición judicial en apenas dos meses. Casi uno cada dos días. Es el rotundo balance por el que se congratularon ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el consejero vasco del ramo, Rodolfo Ares. Ambos mandatarios destacaron la "eficacia" de la colaboración policial contra ETA, si bien coincidieron al advertir de que la banda "sigue ahí" y "mantiene su capacidad de hacer daño". Los dos últimos detenidos prestaron ayer declaración ante la Audiencia Nacional. El juez decretó prisión para Urko Izaguirre, mientras que dejó en libertad condicional a Enrique Noya.

Ante la reunión de ministros de Interior de la Unión Europea en Bruselas, Rubalcaba definió los dos últimos meses como "muy buenos" para la lucha contra ETA. El titular español recordó que, además de las detenciones, se han encontrado más de 1.500 kilos de dinamita y se han desactivado bases logísticas. Un éxito que atribuyó a la colaboración entre la Guardia Civil, el Cuerpo Nacional de Policía, la Ertzaintza, los Mossos d'Esquadra, la Gendarmería francesa y la Policía portuguesa. Un hecho que, a su juicio, demuestra que "todos estamos contra lo mismo". Su mensaje fue contundente. "Estamos decididos a acabar de una vez por todas con este terrorismo que lleva años asolando nuestro país".

Cabieces considera que Euskadi tiene una "deuda" con las fuerzas de seguridad

Ares fue más allá en sus declaraciones y advirtió a la "minoría" que está pensando en incorporarse a ETA de que "lo único que conseguirá es, simplemente, acabar en la cárcel", ya que todos los cuerpos policiales "seguirán persiguiéndoles". "El único camino que les queda por recorrer es el que les lleva a ser detenidos y puestos a disposición de la Justicia", concretó. Las últimas operaciones, sin embargo, demuestran a su juicio que la organización "no estaba preparándose para dejar la actividad terrorista", sino para mantenerla y cometer atentados.

En una entrevista concedida a Europa Press, el consejero de Interior sí consideró que las detenciones revelan que la banda está "más débil que nunca", aunque matizó que mantiene aún su capacidad operativa. "Es evidente que los zulos que estamos desarticulando y que todos los etarras que están siendo detenidos y puestos a disposición judicial se estaban preparando para cometer atentados", avisó. En este sentido, indicó que "lo que hay que hacer es seguir trabajando desde la máxima eficacia policial para intentar que ETA no consiga sus objetivos".

Sobre la situación de la banda se pronunció ayer también el delegado del Gobierno central en Euskadi, Mikel Cabieces, quien presidió la exposición del material incautado en las operaciones desarrolladas el miércoles contra la organización criminal en Vizcaya, Guipúzcoa y Francia. El responsable alabó la efectividad policial y recordó que todo lo que se interviene en las actuaciones evita que se puedan producir futuros atentados. Por este motivo, apuntó que la sociedad vasca tiene pendiente una "deuda" de "agradecimiento y reconocimiento" con las distintas Fuerzas de Seguridad del Estado por su combate contra el terrorismo.

La Audiencia Nacional, por otro lado, tomó ayer declaración a los dos últimos detenidos por supuesta colaboración con ETA. El juez Fernando Andreu decretó prisión incondicional para Urko Izaguirre, alias Bosnio, al que la policía acusa de haber prestado una furgoneta a los miembros del comando Vizcaya que en 2008 perpetraron un atentado contra el cuartel de la Guardia Civil en la localidad riojana de Calahorra. En cambio, dejó en libertad a Enrique Noya Kini, aunque bajo la obligación de presentarse periódicamente ante el juzgado.

Los presuntos etarras, detenidos el martes en Getxo y Bilbao respectivamente, comparecieron por la tarde ante el tribunal, donde negaron todas las acusaciones. Izaguirre, además, denunció haber sufrido malos tratos durante la incomunicación.