Los sindicatos paran las grandes obras andaluzas

Los sindicatos de la construcción de UGT y Comisiones Obreras pararon ayer, más de manera simbólica que efectiva, las grandes obras de la comunidad. La primera de las seis jornadas de huelga convocadas, reivindica la aplicación del convenio colectivo del año pasado, que recogía una subida salarial del 3,5%, y que sólo se paga en Huelva. La patronal minimizó el efecto de la movilización al 10% de los 280.000 trabajadores convocados en la región, mientras que las centrales sindicales situaron en el 90% el seguimiento del paro.

Obras como la Torre Pelli, el Palacio de Congresos y Exposiciones (Fibes) o la S-40 en Sevilla; las obras del metro, la hiperronda y la ampliación del aeropuerto en Málaga; el trazado del AVE, el metro o el Campus de la Salud en Granada o la emblemática obra del tranvía en Jaén, fueron significadas por los sindicatos como muestra del éxito del paro. Además UGT y Comisiones denunciaron las amenazas que muchos trabajadores sufrieron por parte de la patronal. Los secretarios generales de MCA-UGT Andalucía y de Fecoma-CCOO Andalucía, Manuel Jiménez y Ángel Gómez, respectivamente, calificaron de éxito el paro y lanzaron un mensaje a la patronal de la construcción Fadeco para que cumplan con un convenio legal, que los sindicatos están ganando en los tribunales, incluso en segunda instancia, caso de las provincias de Jaén y Granada.

Por su parte, Fadeco negó las amenazas denunciadas y significó que los trabajadores no han apoyado la huelga por que entienden la situación de crisis. Emilio Corbacho, secretario general de Fadeco, indicó que las obras que han parado lo han hecho por acción de los piquetes. Corbacho agregó que una huelga "selectiva" como la realizada da idea de la "poca fe" que tenían los sindicatos en con seguir un seguimiento, cifrado por el empresario en sólo el 10%.

Para hoy está prevista la segunda de las seis jornadas de paro, que continuarán el 24-25 de febrero y 10-11 de marzo. Los sindicatos señalan que van a luchar por que todos los trabajadores cobren los atrasos impagados que, elevan, a 240 millones de euros, de los que 60 millones serían las cuotas patronales a la seguridad social, organismo que, según los sindicatos, también está siendo perjudicado.