La juez mantiene en prisión a los dos acusados de provocar el incendio de Horta

Seguirán en prisión. La juez de Gandesa (Tarragona) que investiga el incendio de Horta de Sant Joan del pasado verano, en el que murieron cinco bomberos, ha confirmado la prisión provisional para los dos acusados de los hechos que dictó el pasado día 9. La resolución judicial argumenta la pena que se puede imponer a Juan Antonio Plaza, de 26 años, y Lorenzo Corner, de 27 años, el riesgo de fuga de ambos por falta de arraigo social e insiste en que el incendio que arrasó más de mil hectáreas en el parque natural de Els Ports fue intencionado.

En este sentido, la juez recuerda que los acusados incurrieron en "numerosas y relevantes contradicciones", como la forma en que se inició el fuego o la manera de sofocarlo, y concluye que sus declaraciones exculpatorias no son creíbles. Del mismo modo, los autos judiciales que confirman la situación de prisión destacan que resultan "especialmente significativas" las fotografías del incendio que tomaron los acusados. Ambos dijeron que tuvieron que salir corriendo al comprobar que no podían apagar las llamas y que no podían avisar a nadie, pero la juez precisa que en las imágenes no se les ve "en ningún momento actitud de nervios o de preocupación sino más bien lo contrario".

Del mismo modo, la juez tampoco se cree que los dos acusados no se diesen cuenta de que a cuatro metros de donde encendieron una pequeña fogata para calentar una lata de conservas se acumulasen unos 4.000 kilos de leña que prendieron rápidamente a consecuencia del viento y que propagaron las llamas. Ambos acusados, además, habían participado durante cuatro años como voluntarios en la prevención de incendios, por lo que conocían los riesgos que podría desprenderse de su comportamiento. Por ello la juez califica de "inverosímil" la explicación que dieron, en el sentido de que encendieron la fogata porque "hacía más compañía".

Forner y Plaza están acusados de un delito de incendio forestal intencionado con los agravantes de afectar a gran cantidad de superficie, provocar un grave deterioro de los recursos naturales y afectar a un espacio protegido. La pena que se les puede imponer por ello puede llegar a los cinco años de cárcel, si bien el fiscal ya ha anunciado que seguirá insistiendo durante la tramitación del caso para que se les acuse también de cinco delitos de homicidio por imprudencia por la muerte de los bomberos. Las defensas pueden recurrir ahora la situación de prisión de sus clientes ante la Audiencia Provincial de Tarragona.