Gobierno y PP se acusan de "chulería", "inmoralidad", "caza votos" e "irresponsabilidad"
Crispada sesión de control en el Congreso dedicada casi en exclusiva al secuestro del 'Alakrana' y Sitel
El Alakrana, Sitel y hasta la fiesta que el PSOE celebró el domingo en Madrid han servido para que el Gobierno y el PP se enfrente con extrema dureza en el Congreso, en la sesión de control. Todo para concluir con uno de los Plenos más agrios de los últimos meses. Todas las preguntas se han saldado con descalificaciones y algunas con insultos. Y el PP ha pedido la dimisión de al menos tres ministros.
La fiesta del PSOE ha servido para que diputados del PP como Soraya Sáenz de Santamaría y Fátima Báñez acusaran a las vicepresidentas María Teresa Fernández de la Vega y Elena Salgado de "frivolidad" y de estar fiesta, un día después de que los agricultores se manifestaran en Madrid. Y las dos vicepresidentas han acusado al PP de utilizar la protesta de los agricultores para "cazar votos".
"Ustedes lo único que hacen es pasar un día con un tema y otro día con otro tema, en función de que la estrategia le sirva a lo suyo, que es ir de cazavotos, pero no tienen credibilidad y por eso los ciudadanos no van a apoyarles", ha asegurado Fernández de la Vega.
Gresca por el 'Alakrana'
Y el Alakrana ha servido para que el ministro de justicia, Francisco Caamaño, hablara de "éxito" y acusara de "irresponsabilidad" al PP, que hasta puso en riesgo la vida de los pescadores secuestrados, según ha declarado. Y la de Defensa, Carme Chacón, ha reprochado al PP que ponga en cuestión el trabajo de los militares, con "irresponsabilidad".
Chacón ha explicado con palabras del jede de Estado Mayor de la defensa por qué no fue posible detener a los secuestrados tras cobrar el rescate. "Si lo que usted me está pidiendo es que empuje a nuestros militares a cometer ilegalidades para que luego paguen ellos delante de los tribunales, no cuente conmigo. Tendrá usted que volver a buscar en sus escaños", en referencia implícita a Federico Trillo por el caso Yakolev.
Caamaño, por su parte, ha preguntado al PP si hubiera mirado "para otro lado y dejar huir a quienes han atentado contra la libertad y bienes de españoles", incurriendo en "dejación de funciones", o detenerlos y no entregarlos a los tribunales, lo que hubiera supuesto "detención ilegal".
El ministro de Justicia ha imputado al PP "mala fe", para decir en el Parlamento que desde el Gobierno se pueda o deba dar "instrucciones o indicaciones" a los jueces, cuestionando con ello "la honorabilidad y la profesionalidad" de los magistrados. Hizo un llamamiento a la responsabilidad de los parlamentarios para no abordar asuntos tan serios con "frivolidad".
Diputados del PP como Arsenio Fernández de Mesa y Beatriz Rodríguez Salmones han acusado al Gobierno de "ridículo", "chulería" y descoordinación", entre otras acusaciones. Ambos han hecho referencia a un supuesto timo al CNI en el pago del rescate que, según la ministra de Defensa, no es verdad.
Otra vez, Sitel
Y Sitel ha servido para que el diputado del PP Carlos Floriano para decirle al ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba: "Mejor tener doble moral que no tener ninguna moral". Floriano volvió a acusar al ministro de decirle en el pasillo que ve y oye todo lo que dice y ha asegurado que no está en condiciones de dirigir a las fuerzas de seguridad del Estado. El diputado ha insistido en la acusación de que el Gobierno escucha y espía a los diputados del PP y ha usado el retrovisor para recordar frases de Rubalcaba cuando se investigaban las escuchas del CESID y él era ministro de Felipe González.
Rubalcaba ha reiterado que le oye al diputado en la radio y en la televisión y para eso no precisa autorización. Ha esgrimido las sentencias del Tribunal Supremo, la decisión del Defensor del Pueblo de archivar la queja contra Sitel y el rechazo en el Pleno ayer a una proposición del PP sobre la supuesta inconstitucionalidad del sistema de escuchas.
El vicesecretario de Comunicación del PP, Esteban González Pons, ha asegurado que no volverá a hablar en privado con Rubalcaba, a menos que esté en presencia de su abogado, y ha recomendado hacer lo propio a todos los españoles. El portavoz del PP ha hecho estas manifestaciones en los pasillos del Congreso en respuesta a la polémica entre Floriano y el ministro del Interior. González Pons ha afirmado que Rubalcaba no sólo no había desmentido que viera y oyera todo lo que hacía Floriano, según le dijo en los pasillos del hemiciclo, sino que en la sesión de control había vertido "nuevas amenazas" y se había pronunciado de un modo "insultante" y con una "total falta de respeto hacia dos diputados de la oposición".
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