Ajuste de cuentas entre patrones

La Guardia Civil ha solucionado un caso de extorsión, secuestro y asesinato que investigaba desde enero. Un empresario catalán, Francisco T.M., de 60 años, ha sido detenido por pagar a una banda de sicarios para asesinar a otro, Juan José Benedet, que apareció asesinado a principios de mes en un bosque de la localidad de Ullastrell (Vallès Occidental), con varios golpes y un tiro a la cabeza. La Guardia Civil detuvo entonces a las seis personas contratadas para matar a Benedet, que también aprovecharon para extorsionar a un tercer empresario, amigo de la víctima. La detención de Francisco T.M., junto a tres personas que cooperaron en el crimen, permite a la Guardia Civil esclarecer un caso que, cuando detuvo a los sicarios, mantenía muchos frentes abiertos.

La relación entre Benedet y el empresario que ordenó su muerte era conflictiva: el primero, propietario de un taller mecánico en Barcelona, había estafado en numerosas ocasiones a Francisco T. M., del sector de la carpintería, lo que le habría provocado graves problemas económicos en sus aventuras empresariales. Al parecer, la víctima engaño en reiteradas ocasiones al detenido en negocios relacionados con la importación de coches de lujo, en los que Francisco perdió unos 600.000 euros. Harto, y arruinado, el estafado contactó con una banda dedicada a los ajustes de cuentas.

Los seis integrantes del grupo se citaron con Benedet en una nave de Sabadell, dónde acudió con un tercer empresario amigo suyo. Los delincuentes dieron una paliza al empresario y grabaron imágenes de su amigo para involucrarle en el crimen.

Tras la cita, mataron a Benedet, lo escondieron en Rubí y se deshicieron del cuerpo enterrándolo en una zona rural de Ullastrell. Una vez realizado su trabajo, se llevaron una propina: con las pruebas falsas, la banda extorsionó al empresario que acudió a la cita junto a Benedet, que desembolsó 700.000 euros antes de denunciar los hechos a la Guardia Civil.

El cuerpo policial encontró primero a los sicarios, y se incautó de un gran arsenal de armas y un sofisticado equipo de grabación que incluía grabaciones a otros empresarios no relacionados con la investigación. Tras interrogar a los detenidos, hallaron el cuerpo de Benedet, cuya desaparición estaba denunciada desde hacía meses. Las pesquisas han acabado con la detención de F.T.M. y otros tres colaboradores, al encontrar diversos documentos que relacionaba al empresario con los sicarios.

La Guardia Civil investiga ahora el contenido de los vídeos que se incautó cuando detuvo a la banda de sicarios. El grupo se dedicaba a grabar conversaciones o situaciones comprometidas de los empresarios, que usaban para chantajearles. La operación continúa abierta, por lo que no se descartan más detenciones