En muchos pueblos de Transilvania , la gente coloca su lápida en vida, pone su nombre, la fecha de nacimiento y hasta una foto (es el caso de esta foto en el cementerio de Sibiel). Y deja pendiente y en blanco la fecha de la muerte. Práctico, sin duda. En vez de pagar el seguro de decesos, te haces la tumba mientras estás en activo. No es una mala inversión. Al fin y al cabo, si algo tenemos asegurado en esta vida, es la muerte. ¿Por qué no organizarla cuando aún puedes? Aunque, como decía Sabina, el ?traje de madera que estrenaré no está siquiera plantado?.
Comentarios
ese deje necrofilíco tuyo es muy caractarístico, pero muy comprensible. Yo también soy de la opinión de que la manera en la que las diversas culturas del mundo acogen la realidad de la muerte, es algo que las diferencia entre ellas, tal vez más que ningún otro rasgo. Luego, a nivel personal cada uno tiene su forma de proyectar su propia muerte, como sabina, pero leyendo tu post, me surgió la misma pregunta que te hace gloriainfinita: tuviste la ocasión en ese cementerio de ver a alguien visitando su propia tumba...? Sería sin duda una escena para recordar. UN abrazo
Bueno, que recuerdes el cementerio de Luarca ha conseguido que se me hinche el pecho. Es uno de los lugares más bonitos de mi tierra. Si no fuera porque me importa un cuerno lo que hagan conmigo cuando muera, si creyera en algo, pediría que me enterraran allí.Lo de prepararse la lápida y la tumba así, como dices... sin fecha de caducidad, me parece muy macabro... ¿la van a visitar? Un abrazo.
Dios!!!!! Esa manera de cerrar tus posts. Esa capacidad de girar la cabeza y ver lo que la mayoría ni siquiera adivina. El lunes pasado publiqué un reportaje sobre Bahía de las Aguilas, un lugar paradisiaco de República Dominicana. Lo puedes leer, aquí: http://www.listin.com.do/app/article.aspx?id=121637. Me gustaría tener tus impresiones. Un abrazo desde RD.
"Te dije que estaba enfermo": Bonito epitafio.
Ufffffff... ¡qué yuyu!Tengo un cuñado, murcianico él, y al que quiero mucho que, cuando vamos de viaje por ahí, sea donde sea, siempre encuentra el cementerio del lugar, aunque sea yendo en carretera: "¡Mira! Allí está el cementerio" Siempre, pero siempre, los ve. Aunque de ahí a visitarlos, aún no hemos dado el paso... jejejjeBesitos de cereza.Queralt.
Buenísima idea. Yo muchas veces pensé en dejar preparada mi lápida y todo, más que nada para que nadie me cambiara la frase de despedida; pensé unas cuantas y me decante por esta: "Le tuve tanto miedo a la muerte, que hasta elegí vivir" (¿Qué tal? Mola ¿No?)(Te escuche en el programa. EVALUACION: muy bien, muy claro y te dejaron hablar casi todo seguido, se ve que Rioyo no conoce Rumania...o que estaba muy cansado igual)
Hola Paco. En verdad que no es mala idea lo de comprar la fosa o el nicho en vida. Te lo dice quien lleva pagando el seguro de deceso mucho tiempo y que no quiere morirse aunque tenga que pagarlo muchos años más. Además yo compraría uno orientado al sol del mediodia para tener calentitos los huesos que es lo menos que podemos esperar cuando estemos muertos.Desde Gran Canaria, un saludo afectuoso.
Por muy turístico que sea, ya me gustaría a mí estar en ese castillito.... ¿Qué más da que Drácula no tenga nada que ver con él? Lo piensas y ya está. Cuídese Sr. Nadal, aunque viendo el viaje, no me cabe ninguna duda de que lo hace....[:D]
ENHORABUENA, no solo por el presente articulo, sino por todo el Blog, .....gracias a ti estoy tambien viajando
Mi padre siempre ha dicho que en su lápida quiere que pongamos: "Aquí sigo descansando"
Tétricos... pero previsores, che.
Yo escribiré mi lápida al viento cuando repartan mis cenizas en la Tarahumara. Tienes razón a cada pueblo su distintivo cementerio y cada cementerio su pueblo esperando...
Paco, no me atraen especialmente los cementerios... creo que sería en el último lugar que me encontrarían, de hecho no quiero que me encuentren allí, tras mi último suspiro... unas palabras escritas al viento con mis cenizas, o si quieren abonar mis rosales con ellas... igual florecen mejor.¿Cuando de vuelta? ¡qué envidia! sana, si es que la envidia puede ser sana...Besos
Interesante, aunque pongo en duda lo de la buena inversión...En Bulgaria visité cementerios peculiares de ese estilo. Estoy con Sabina, el ?traje de madera que estrenaré no está siquiera plantado?, y mientras tanto tengo tantos viajes pendientes y tanto que hacer...entre otras cosas ponerme al día con tu blog, que no nos das tregua...Buen viaje, Paco! Y un beso (sin colmillos)
Pues yo estoy contigo Paco...,se ve que no abundan las personas que les guste visitar sitios de estos, como si con ello nunca le llegara el momento último..., pero en fin. Yo no dejo de hacerlo en cada sitio que llegue, porque realmente es el espejo del pueblo que lo cobija, en todos los sentidos.Y eso de organizar mi tumba en vida...jajjja, ni soñarlo! El dinero es para vivirlo...¡qué importa ya después!???¡Un árbol menos que tendrán que tallar para vestirme..., sí sembrarlos...más de uno!
y cabría grandemente acordarse de Sabina y Franz: ¿cómo eran los cementerios en Bohemia? y por qué ella comprendió al final que a él las tumbas de Francia ...
Los antiguos faraones ya pensaban mucho en ello .~)(ayer estuviste como elemento inspirador en una de mis sesiones: la adolescente me contaba que a ella lo que le atraía de viajar, verdaderamente, es conocer la vida y costumbres de los que viven en la ciudad viajada: le hablé de ti pero no tomó nota: yo creo que ella sería feliz con tu trabajo)
podré acompañarte más que con la imaginación. ¿Y a los panteones? Antes iba a todos. Ahora ya no me interesan, de donde derivo que temo su cercanía. El árbol de mi último traje igual y ya lo cortaron. Y eso que yo, como el querido ángel, no pienso morirme de momento. Besos, Angeles
Querido Paco. De todos tus viajes los el que más admiro y menos envidio son los que haces a las nieves. Yo el frío ya lo padezco hasta platicado. No contigo, que eres la diversión misma. Con mi nombre va mi volcán al que tal vez una día subas. Yo no
Esto me recuerda a una lápida que vi en el Cementerio Central de Viena (Zentralfriedhof). Pertenecía a un matrimonio creo que esloveno y en él podía verse una fotografía en primer plano de cada uno de ellos. Pero ella no había muerto aun y él, que si había fallecido, salía en una fotografía más grande en la parte inferior de la lápida posando... junto a un Mercedes! La verdad que me llamó muchísimo la atención aquello.
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