Un acusado de maltrato será juzgado por tentativa de homicidio
La víctima decidió denunciar al agresor después de haber sufrido numerosas palizas y en una de las agresiones estuvo casi dos meses hospitalizada
Un ciudadano marroquí compareció ayer ante la Audiencia Provincial de Lleida para ser juzgado por un presunto delito de malos tratos y lesiones continuadas a su mujer, pero, después de escuchar la declaración de la forense sobre la gravedad de las lesiones que sufrió la víctima, el presidente del tribunal acordó suspender la vista para que la causa vuelva a ser instruida por un presunto delito de tentativa de homicidio. El fiscal solicitaba para Hassan Chourak una pena de diez años y ocho meses de prisión.
El acusado, de 44 años, fue detenido en diciembre pasado por los Mossos d'Esquadra después de que su mujer, también marroquí, le denunciara por supuestos malos tratos físicos continuados. La víctima decidió denunciar al agresor después de haber sufrido numerosas y brutales palizas. En una de las agresiones estuvo casi dos meses hospitalizada. La forense que examinó a la víctima relató que alguna de las lesiones que presentaba la mujer a su llegada al hospital suponía un riesgo par su vida y eran fruto de una agresión brutal. A la mujer agredida se le diagnosticaron un total de 36 lesiones repartidas por todo el cuerpo con un nivel de hemoglobina tres veces por debajo del mínimo.
Varias lesiones
Entre otras lesiones, sufrió una perforación de tímpano, diversas heridas, hematomas en la mandíbula, en el lado izquierdo del mentón y en las orejas con desprendimiento de la piel de las mismas, hematomas y erosiones en el tórax, el abdomen, las mamas y en las extremidades inferiores y superiores. Entró en la unidad de cuidados intensivos con un cuadro de shock a causa de la gran cantidad de sangre que había perdido.
El acusado negó ayer haber apalizado repetidamente a su pareja en el domicilio familiar de Lleida con palos de madera, los zapatos y el cable de la televisión, y, con la ayuda de un intérprete, explicó que las heridas que obligaron a su mujer a permanecer dos meses en el hospital se las había producido un perro durante una visita reciente a Marruecos, la misma versión que dio cuando la llevó al hospital, aunque en aquella ocasión los médicos no le creyeron y alertaron a la policía autonómica. La víctima aun tiene secuelas como problemas de audición y de movilidad en un brazo y numerosas cicatrices en el cuerpo. Actualmente vive con sus hijos en una casa de acogida para mujeres maltratadas.
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