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El fiscal pide cuatro años de cárcel por un conductor que causó un accidente mortal

El imputado casi triplicaba la tasa de alcoholemia permitida

Eugenio Pozo circulaba correctamente por su carril en la madrugada del 4 de agosto de 2007, el cinturón de seguridad debidamente anclado. Falleció al instante cuando Ioan P., que casi triplicaba la tasa de alcoholemia permitida, perdió el control de su vehículo en una curva, invadió el sentido contrario de circulación y le embistió frontalmente en la N-420 a su paso por l'Espluga del Francolí (Tarragona). La Fiscalía pide cuatro años de cárcel para el imputado por un delito de homicidio imprudente.

El acusado había consumido suficientes dosis de alcohol para tener mermada su capacidad al volante. La ingesta de bebidas también le provocó una pérdida de reflejos y capacidad visual, relata el escrito del fiscal. La velocidad tampoco era la adecuada: su vehículo topó con el de Pozo y salió disparado unos 25 metros hasta quedarse estampado contra un olivo. Los agentes que le interrogaron subrayaron que el conductor desprendía un fuerte hedor a alcohol, tenía el habla pastosa y mostraba una "psicomotricidad vacilante".

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Al procesado se le imputa también un delito contra la seguridad del tráfico por conducción bajo la influencia de bebidas alcohólicas, por el que la Fiscalía pide la retirada del carné de conducir durante seis años.

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