Exteriores da la espalda a los defensores de los derechos humanos en el Magreb
Cuatro personalidades magrebíes lamentan el "silencio cómplice" de Europa ante el recorte de las libertades en África del Norte
Cuatro de los más prestigiosos defensores de los derechos humanos en el Magreb fueron invitados a viajar la semana pasada a Barcelona y Madrid gracias a los fondos que la cooperación española vertió a una ONG. Aunque el Ministerio de Asuntos Exteriores, del que depende la cooperación, puso el dinero sus funcionarios declinaron después reunirse con las personas a las que habían indirectamente convidado.
Abdelhamid Amin, fundador de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos , Mohamed Smain, vicepresidente de la Liga Argelina de Defensa de Derechos Humanos , Amadou Alassan Mbow, secretario general de la Asociaciones Mauritana de Derechos Humanos , y Fathia Hizem, responsable de la Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas se entrevistaron con diputados nacionales y autonómicos catalanes y con representantes de la sociedad civil.
Ante sus interlocutores se lamentaron del "silencio cómplice de Europa" ante el permanente atropello de las libertades en el Magreb, según el argelino Smain. "Los acuerdos de asociación entre la UE y nuestros países, que ahora se convierten en estatutos avanzados, contienen una cláusula de derechos humanos, pero los europeos no la han esgrimido para evitar que las cosas vayan a peor", añade la tunecina Hizem.
El colofón de su estancia en España era una cita el viernes, en la sede madrileña de Casa Árabe, con 17 altos funcionarios de diversos ministerios, doce de ellos diplomáticos. Pero al encuentro sólo acudieron dos, Fernando Flores, secretario general técnico del Ministerio de la Presidencia y artífice del Plan General de Derechos Humanos del Gobierno , y una funcionaria de Justicia.
Un portavoz de Exteriores explicó a este periódico que el director de la Oficina de Derechos Humanos de ese ministerio no pudo acudir a la cita a causa de "un problema de salud de un familiar suyo", pero no explicó las ausencias de los demás diplomáticos. La reunión en Casa Árabe fue organizada por la ONG Acsur-Las Segovias con el apoyo de Elcàlam y Sodepau.
Amin lamentó la pasividad de las autoridades españolas y de los partidos, empezando por el PSOE, ante la "oleada represiva que padece la prensa" de Marruecos. Hasta los socialistas franceses emitieron un comunicado, a finales de octubre, solidarizándose con aquellos que estaban "amenazados por la mordaza", pero no así sus correligionarios españoles. "Esperábamos que los demócratas españoles hicieran algún gesto", afirma.
El mauritano Mbow recordó que los dos países europeos más timoratos a la hora de condenar e imponer sanciones a la Junta Militar que, en agosto de 2008, derrocó al presidente Sidi Ould Cheikh Abdallahi, elegido democráticamente "fueron España y, sobre todo, Francia". "El que más exigió el respeto de la democracia y se volcó en lograr su restablecimiento fue EE UU", asegura.
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