«Todos en el partido tenemos por [Ricardo] Costa el mayor respeto y avalamos su excepcional gestión». En una nueva comparecencia en la que no aceptó preguntas, el presidente de la Generalitat valenciana dio un nuevo espaldarazo al que ha sido hasta hace poco su número dos en el PP valenciano en el día que ha sido apartado de militancia por la dirección nacional del partido. «Avalamos su excepcional gestión», ha insistido Camps, quien ha señalado que la suspensión adoptada por la dirección nacional del partido «nada tiene que ver» con los cargos que ha desempeñado como secretario general de los populares valencianos ni como portavoz del grupo parlamentario en las Cortes valencianas. El líder del PP valenciano se ha pronunciado de esta forma poco antes de inaugurar el edificio Ágora en el que se disputará el open de tenis de Valencia desde el próximo sábado. Al llegar al recinto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, en el que se encuentra el Ágora, Camps se dirigió a las decenas de periodistas que le aguardaban junto a la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, quien se apartó para dejar solo al presidente. Camps ha lanzado un mensaje «de tranquilidad a todos los militantes, simpatizantes y votantes del PP de la Comunidad Valenciana», añadió que «el PP está al servicio de los ciudadanos» y acató «la decisión de la dirección general porque formamos parte de un todo, el PP de España, con Mariano Rajoy a la cabeza». En consecuencia, cualquier decisión que tome la dirección nacional «debe acatarla cualquier militante». Además, ha anunciado que irá tomando las decisiones que corresponden para que el partido siga siendo «grande, fuerte, vibrante, con capacidad de transmitir ilusión y futuro, como siempre ha hecho, buscando el máximo consenso de todos mis compañeros». Camps dijo que lo ha hecho siempre en todos los ámbitos y auguró que logrará «el mayor nivel de consenso, como siempre ha ocurrido desde que soy presidente de mi partido en la Comunidad Valenciana». Perjuicio a la imagen del PP El PP ha notificado la suspensión de Costa en un comunicado, en el que el Comité Nacional de Derechos y Garantías recuerda «a todos los militantes su obligación de abstenerse y de hacer manifestaciones o declaraciones que puedan perjudicar la imagen o disciplina interna del Partido y advierte que, de producirse, aplicará los Estatutos del mismo». Costa, que fuera secretario general y número dos de Camps hasta el pasado 14 de octubre, cuando fue defenestrado por orden de Génova, volvió esta mañana a las Cortes Valencianas para ocupar un escaño en la última fila de la bancada popular. En los pasillos, Costa pidió «como militante y secretario general» del PP en la Comunidad Valenciana -en un claro desafío a María Dolores de Cospedal, que desde Génova ha insistido públicamente varias veces en las últimas dos semanas en que Costa ha cesado en todos sus cargos- que la dirección nacional de su partido adopte las medidas correspondientes si considera que existe alguna responsabilidad en su gestión, informan Joaquín Ferrandis y Miguel Olivares. Existían tres fórmulas para que Costa no continuara desempeñando sus funciones: que dimitiera, que el Comité Ejecutivo del PP valenciano le hubiera destituido o la suspensión cautelar de militancia, que finalmente se ha producido. La primera opción la descartó el propio Costa. La segunda fue la que vendió inicialmente el partido, pero con mucha confusión en cuanto a las formas y legalidad de la decisión. Hasta hoy, el PP nacional y el valenciano han emitido sin cesar mensajes contradictorios sobre la situación de Costa. Costa ha dicho que ha remitido toda la documentación a la dirección nacional del PP y ha pedido ser llamado a declarar ante el Comité de Derechos y Garantías para explicar su gestión. «Madrid no me ha citado ni me ha llamado; he cumplido mi compromiso de remitir toda la documentación», ha proseguido Costa. «Si no han encontrado ninguna responsabilidad, que ratifiquen la gestión hecha en el partido y mi gestión como secretario general y que pongan de relieve mi honradez», ha conminado. Reacción áspera de Juan Costa La vicesecretaria de Organización del PP, Ana Mato, aseguró hoy en el Congreso que el Comité de Derechos y Garantías del partido «escuchará» a Ricardo Costa, porque ya estaba previsto antes de la decisión de suspenderle cautelarmente de militancia. Para Mato, esta decisión se toma porque las manifestaciones de esta mañana no eran «oportunas» y hacían daño al partido. La reacción más áspera a la decisión del PP ha llegado del ex ministro y diputado Juan Costa, hermano del ex secretario general valenciano, quien ha afirmado al conocer la noticia que le ha «sorprendido profundamente» la decisión de la dirección del PP de suspender cautelarmente de militancia a su hermano Ricardo. Juan Costa avisó a su partido de que cuando se toman decisiones políticas no se puede actuar «de manera arbitraria». «A mí me ha sorprendido profundamente esa decisión y creo, honestamente, que en política hay cosas que no se deben y no se pueden hacer», declaró a los periodistas tras finalizar el Pleno del Congreso de los Diputados.