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Carolina vuelve a escena

Carolina Kennedy ha regresado esta semana a la escena nacional norteamericana, junto a Barack Obama, en un evento político. Ambos pidieron, el pasado miércoles, el voto para el gobernador de Nueva Jersey, Jon Corzine, en un acto multitudinario. Es la vuelta a la escena nacional de una mujer, heredera de una dinastía política, que ha pasado por un año de malas experiencias personales y diversas pérdidas familiares.

A la benjamina del clan Kennedy se la dio por desaparecida de la política cuando intentó que el gobernador de Nueva York, David Paterson, la eligiera para ser senadora por Nueva York, ocupando el mismo escaño que dejaba libre Hillary Clinton. En una serie de entrevistas en televisiones y diarios nacionales, en enero, se entregó al escarnio público al repetir casi compulsivamente la expresión "¿sabes?".

En una entrevista con el New York Times la dejó caer 168 veces, un deje considerado poco apropiado para alguien que se gana la vida como escritora y que gestiona una organización para impulsar la educación de los niños.

El escándalo familiar la salpicó cuando decidió retirarse de la contienda para suceder a Clinton. Un colaborador del gobernador de Nueva York, David Paterson, reveló al tabloide New York Daily News que se había tachado a Kennedy de la lista de posibles senadores por "problemas de impuestos e irregularidades [en la contratación] de una niñera".

Posteriormente, la cadena política conservadora Fox News llegó a dar en antena una noticia de un supuesto romance extramatrimonial de Kennedy con el dueño del New York Times, Arthur Sulzberger. El presentador Bill O'Reilly dijo: "hemos sabido, de fuentes no identificadas, que el gobernador Patterson se enteró de que Caroline Kennedy tuvo una aventura con el editor del Times".

Acorralada por rumores y falsedades, Carolina Kennedy decidió retirarse a un discreto segundo plano, a su trabajo en el equipo directivo de la organización no gubernamental Fund for Public Schools, desde la que trabaja para dotar de más calidad a las escuelas públicas.

Así, refugiada en los suyos, el pasado verano vivió la muerte de dos de sus tíos: Eunice, fundadora del movimiento paralímpico, y Ted, senador por Massachusetts. Ahora, la única hermana del presidente John F. Kennedy viva es Jean, de 81 años, que fue embajadora en Irlanda en los 90.

Carolina es, sin embargo, la última cara reconocible de la llamada 'familia real norteamericana'. A pesar de haber intentado retirarse a un segundo plano, hay dos factores que no se lo han permitido: ser amiga personal de los Obama y haber pasado su vida debajo de los focos de la fama política. Sobre sus hombros descansa toda una dinastía.

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