Bru de Sala pide para el CONCA un presupuesto de 50 millones en su despedida
El escritor pide que su sustituto en el consejo provenga del mundo de la música
El presidente cesante del Consejo Nacional de la Cultura y de las Artes (CONCA), Xavier Bru de Sala, ha arremetido hoy contra el conseller de Cultura, Joan Manuel Tresserras, y ha pedido en su despedida que el presupuesto de la institución se acerque a los 50 millones de euros. Bru de Sala ha hecho público hoy en una conferencia de prensa en el Parlament que el departamento de Tresserras redujo en su primer año de legislatura casi a la mitad el presupuesto del CONCA.
"Cuando finalizó el primer tripartito, con el conseller de Cultura, Ferran Mascarell, la entidad autónoma que estaba destinada a ser embrión del CONCA contaba con un presupuesto de 23 millones de euros, y con Tresseras, este año, del 1 de enero al 31 de diciembre cuenta con 13 millones", ha revelado Bru de Sala. Los consejos de las artes, ha recordado, distribuyen dinero público "a distancia, del gobierno", pero "si te quitan una parte de recursos, la institución queda bastante desvirtuada".
En relación a su renuncia, ha dicho que nunca pensó en agotar los siete años y medio previstos para el presidente del CONCA, pero "sí esperaba sobrepasar una tercera parte del mandato". Su intención inicial, cuando presentó por primera vez la renuncia al plenario del CONCA en junio, era retirarse al final del año, pero las circunstancias hicieron que se haya adelantado ese cese, "sin haber podido hacer el balance que quería hacer".
Viabilidad del CONCA
"Al final del año, cuando se conozcan los presupuestos de Cultura, sabremos si el CONCA podrá ser viable", ha indicado. A su juicio, "todo lo que se acerque a los 50 millones de euros, querrá decir que el CONCA será viable y aún más si ya se le asigna una sede propia, y será inviable si ese presupuesto se acerca a los 13 millones". Si se confirma el primer propósito, Bru de Sala dará por buena su renuncia, pero si a pesar de su renuncia, "el CONCA no es viable, entonces la renuncia se convertirá en denuncia". Ha solicitado a los legisladores y al Govern las modificaciones jurídicas necesarias para que el CONCA pueda tener personalidad jurídica propia y se equipare al Consejo del Audiovisual de Cataluña (CAC) o al Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).
En la actualidad, lamenta Bru, "el CONCA tiene una personalidad jurídica similar a la de los Ferrocarriles Catalanes o el Instituto de Industrias Culturales (ICIC)". Tras conocer el recorte del presupuesto del CONCA en relación a su embrión antecesor, el propio presidente propuso a los diez miembros restantes del plenario a elaborar "un texto con unos mínimos de viabilidad", con el que realizaron una carta enviada al consejero, "firmada por los once consejeros".
El consejero Tresserras, ha subrayado Bru, "respondió en términos positivos pero sin adquirir compromisos". Las críticas al Departamento de Cultura han sido aún más explícitas cuando Bru de Sala ha dicho que "el sector cultural ya tiene bastante madurez como para pedir que los próximos consejeros de Cultura sean de la cultura, una petición sencilla, razonable y que sería un indicio de respeto del mundo político hacia el mundo cultural". En su opinión, si para ser consejero de Economía debes saber muchas cosas del mundo de la economía, "para serlo de Cultura también se deben conocer unas microrrealidades y unos conocimientos de políticas culturales teóricos y aplicados".
Ha añadido que "de los ocho consejeros de Cultura que han habido en democracia, sólo dos, el primero (Max Cahner) y el penúltimo (Ferran Mascarell), provenían del mundo de la cultura". Otro de los argumentos de Bru de Sala para su renuncia se explica por la "discrepancia" que mantenía con el resto de miembros del plenario en cuanto a si la capacidad ejecutiva era exclusiva del presidente o de todo el plenario.
Sin embargo, Bru de Sala ha rechazado las acusaciones de presidencialista que supuestamente le han hecho otros consejeros del CONCA: "No he tomado ninguna decisión sin consultar el plenario" y ha retado a que se demuestre qué decisiones ha adoptado sin contar con el plenario. "No conozco ningún organismo del mundo en el que el plenario sea ejecutivo -ha aseverado- pero, como somos un país creativo espero que llegue a funcionar".
Además de haber renunciado a su cargo de presidente, Bru de Sala ha anunciado que también abandonará el CONCA como consejero y espera que le sustituyan "por un representante del mundo de la música", ha dicho en relación a la criticada ausencia de consejeros en representación de este sector.
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