Bukhara, la bella
Bazares cubiertos de cúpulas. Enormes minaretes que fueron usados también como faros para guiar a las caravanas en el desierto. Y mezquitas con altivas fachadas cubiertas de azulejos y enfrentadas siempre a otra similar, que suele usarse como madrasa. Bukhara es la primera gran ciudad histórica del Asia Central que visito. Y estoy alucinado.
El centro de Bukhara (se lee Bujara) es pequeñito, manejable; en un par de horas te has hecho con él y enseguida te saludas con el taxista, con la vendedora de pan, con el artesano de las marionetas. Además, la amabilidad de los uzbekos resulta desbordante. Hacía tiempo que no caminaba tan seguro y tan confiado por un país como por éste. El resultado: te mueves por Bukhara como por tu casa, con esa agradable sensación de estar en el otro lado del mundo, pero rodeado de tu barrio de siempre. Esta ciudad de Uzbekistán , de 250.000 habitantes, fue un día el centro espiritual y cultural de Asia Central; unas 100 madrasas (escuelas coránicas) y 300 mezquitas acogían a estudiantes y eruditos de todo el mundo musulmán que acudían a enseñar o a aprender a Bukhara.
El gobierno uzbeko se ha gastado una fortuna en reconstruir todo el centro histórico, que hoy luce tan solo una parte del esplendor que tuvo antaño. Por supuesto, en todos los bazares venden solo baratijas para turistas y las antiguas madrasas acogen en su interior? tiendas de souvenir para turistas. Pero es lo que hay.
De todos lo monumentos de Bukhara, me quedo con dos: el minarete Kalon, el de la foto de arriba; el icono de la ciudad. Tiene 47 metros de altura y fue levantado en 1127. Con tan buena factura que desde entonces no ha necesitado apenas reparaciones. El mismo Genghis Khan maravillado por su altura y belleza renunció a demolerlo cuando destruyó la ciudad en 1220 (igual era demasiado sólido incluso para las hordas mongolas).
El segundo, Char Minor, la antigua puerta monumental de una madrasa ya desaparecida. Una pequeña delicia con cuatro torres rematadas por cúpulas vidriadas que se levanta en medio de barrio popular de calles polvorientas, alejado del centro histórico.
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