John Travolta revive minuto a minuto la muerte de su hijo
El actor testifica en el juicio contra los dos acusados de tratar de extorsionarle tras el fallecimiento de su hijo autista el pasado enero
El actor John Travolta ha testificado en el juicio contra dos personas acusadas de tratar de extorsionarle tras la muerte de su hijo en enero mientras la familia se encontraba de vacaciones en las Bahamas. Según su testimonio, éste trató en vano de salvar a su hijo al realizarle la reanimación boca a boca. La ex senadora de Bahamas Pleasant Bridgewater y el técnico de ambulancias Tarino Lightbourne están acusados de conspirar e intentar extorsionar al actor amenazándolo con la publicación de un documento en el que éste renunciaba a que su hijo Jett fuese trasladado al hospital bahameño más cercano.
Bajo la apenada mirada de su esposa, la actriz Kelly Preston, Travolta ha confesado a la Corte cómo la pareja bajó corriendo las escaleras de su casa de vacaciones en la isla de Gran Bahama, en un intento desesperado por salvar a Jett, de 16 años, tras ser alertados por una de las niñeras del estado en que éste se encontraba.
"El tiempo era esencial"
Según lo que ha testificado Travolta, a las 10.15 del 2 enero fue despertado por Eli Wheaton, una de las niñeras de Jett, que golpeaba la puerta de su dormitorio para advertirlos de que Jett tenía problemas, tras lo cual, él y su esposa corrieron en su auxilio. "Le vi en el suelo del baño. Jeff Kathrein, otro empleado y una mujer del complejo hotelero le estaban realizando la reanimación cardiopulmonar", ha dicho el actor.
Éste también ha explicado ante el tribunal que su hijo padecía autismo y que sufría episodios que le producían un ataque cada cinco o diez días. La causa de la muerte de Jett, según su certificado de defunción, fue una "insuficiencia cardiaca". El actor trató de reanimar a Jett y un visitante del centro con experiencia médica ayudó con las compresiones de pecho y también consiguió un desfibrilador. Aunque los intentos fueron en vano. La ambulancia y Lightbourn llegaron 35 minutos después, agregó el actor.
Otro testigo en el juicio, el inspector de policía Andrew Wells, ha declarado que Travolta deseaba que su hijo fuera llevado vía aérea a Estados Unidos en vez de al hospital de la isla. Wells ha añadido que Lightbourne le pidió ser testigo de una declaración firmada por Travolta en la que éste renunciaba a los tratamientos médicos para su hijo.
Lightbourne y Bridgewater intentaron chantajear al actor con la publicación de este documento, alegando que lo relacionarían con las creencias religiosas del actor, que pertenece a la Cienciología, para que pareciese que había renunciado a salvar a su hijo voluntariamente. Ambos demandaban a Travolta 25 millones de dólares (casi 17.000.000 de euros). Travolta ha confesado que estaba tan obsesionado con salvar la vida de su hijo que firmó el documento de liberación de responsabilidad médica sin haberlo leído previamente. "El tiempo era esencial", ha dicho el actor ante el tribunal.
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