Abre la Riera Blanca tras dos años de obras

La Riera Blanca era, hace años, una riera que separaba Barcelona de l'Hospitalet de Llobregat. Luego fue una calle. En los primeros sesenta, la mitad barcelonesa estaba asfaltada, pero la otra mitad era de tierra. Además, se hallaba estrangulada por un puente sobre el que pasaban los trenes de Renfe y los de la línea 1 del metro. Un puente estrecho donde ni siquiera cabían un coche y un autobús y donde los peatones tenían que encaramarse a una acera peraltada. Si eran muy altos, podían dar con la cabeza en el techo. Todo eso se ha terminado.

Tras dos años de obras, Adif ha ampliado el puente de modo que ahora mide 26 metros, hay una amplia vía de tráfico en cada sentido y más amplias aceras.

Cerca de la Ciudad de la Justicia

Ya no funciona la vieja estación de Bordeta, pero se ha abierto una entrada y salida a la estación de Santa Eulàlia, que hacen que se convierta en un punto muy cercano a la ciudad de la Justicia. La inauguración se produjo ayer por la tarde con la presencia de un satisfecho Víctor Morlán, secretario de Estado de Infraestructuras del Ministerio de Fomento, que ha pilotado las obras.

Además, estaban los alcaldes de Barcelona, Jordi Hereu, y l'Hospitalet de Llobregat, Núria Marñin. Los tres agradecieron a los ciudadanos la paciencia con la que han soportado las obras, pero se felicitaron de que haya un nuevo espacio que ya no separa sino que une las dos ciudades. El coste de las obras ha superado los 11 millones de euros.