Tele-Igor y el caviar
![](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/GD7JFNCRMIBKYSX7LAXOUEJPME.jpg?auth=dfe15dcd946b9bd2074158fd3521bf1bca85fd0b79a76e19246eed0776abf20c&width=414)
El camarote que ocupo en el Crystal Symphony no es la suite principal, obviamente. Pero tampoco es de los más económicos. Digamos que es de clase media-alta, con ciertos privilegios. Uno de ellos es que tienes servicio de habitación durante las 24 horas del día.
El mayordomo que atiende mi cuarto se llama Igor, es croata y desde que le dije que conozco muy bien su país le encanta quedarse un rato a charlar conmigo sobre su tierra, sobre viajes y sobre mil cosas más. Osea, que cada Coca-cola que pido me cuesta más o menos media hora de charla con Igor. El caso es que me he aficionado al botón Tele-Igor del teléfono que tengo en la mesilla. Lo presiono y en segundos una voz con fuerte acento eslavo dice al otro extremo: "Hola, aquí Igor, ¿qué puedo hacer por usted?"
Otro privilegio de estos camarotes es que a media tarde puedes pedir lo que quieras de merienda, en plan resopón vespertino, y sin cargo adicional (¡como si no comieras ya suficiente a lo largo del día! Me va a dar algo este verano). Como uno viene de extracción clase media muy media y no está acostumbrado a estos lujos, los más que se me ocurría pedir era una tercio de Mahou con cacahuetes o un sandwich Vips Club.
![](https://www.elpais.com/elpais/imagenes/2009/09/04/paco_nadal/1252018800_125201_1252018800_000_sumario_normal.jpg)
Hasta que anteayer un compañero de viaje me dijo:
¿Has probado ya el caviar?
¿Qué caviar?, contesté.
Si hombre, el de la merienda. Puedes pedir lo que quieras, incluso caviar.
¿Que puedo pedirle caviar a TeleIgor sin que me dejen temblando con la factura?
Claro, idiota. Va incluido en el precio.
Total, que desde entonces cada tarde, puntual, a las cinco, como los toreros, mi querido Igor llama a la puerta con los nudillos y entra con una bandeja de caviar negro (no es el auténtico Beluga pero podría ser su primo hermano). A veces hasta repito: uno se acostumbra muy rápido a lo bueno
He decidido que ya me revisaré el colesterol cuando vuelva a Madrid. ¡Qué lejos queda el Sopinstant de Groenlandia!
Comentarios
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.