CiU fracasa en su intento de que las patronales no apoyen la financiación

Convergència i Unió (CiU) está intentando desbaratar el clamor empresarial favorable al nuevo modelo de financiación pactado la semana pasada, pero, al menos por ahora, más que salirse con la suya ha cosechado rotundas calabazas. Las principales patronales, al igual que los sindicatos, apoyaron desde el primer momento el nuevo sistema, que según el Gobierno catalán, como mínimo, supondrá 3.680 millones de euros extra. Y no flaquean en su respaldo, ni siquiera después de que, ayer, una delegación de CiU encabezada por su portavoz parlamentario, Oriol Pujol, y su adjunto democristiano, Josep Maria Pelegrí, acudiese a Fomento del Trabajo para tratar de convencer a su presidente, Juan Rosell, de que hace pocos días reclamó a la federación que se subiera al tren de los que dicen sí al acuerdo.

"Hemos de ser constructivos, pragmáticos, y tocar con pies en el suelo", aleccionó ayer Rosell tras el encuentro, en el que también participaron su vicepresidente en Fomento y presidente de Fepime, Eusebi Cima, y el secretario general de esta entidad, Salvador Guillermo, y en el que los nacionalistas recibieron un amable portazo. Rosell insistió en su opinión de que este acuerdo "no es el mejor, pero sí que es mejor que el anterior", así como, en su opinión, el pacto de 2001 superaba el de 1996.

No obstante, Rosell aseguró entender "las circunstancias políticas" por las que CiU insiste en plantarse. Pero más que la política, "a los empresarios nos preocupa la estabilidad" que comportan los grandes pactos entre todas las fuerzas mayoritarias, subrayó Rosell. Y más en época de crisis, añadió. "Nos gustaría que CiU estuviese en estos pactos", apeló, y para subrayarlo evocó la Ley de Educación, que sumó los apoyos del Partit dels Socialistes (PSC) y de CiU en su aprobación reciente.

La presión de la federación nacionalista sobre los empresarios flota en el ambiente desde hace días. El líder de Unió, Josep Antoni Duran, declaró que Fomento y la Cámara de Comercio de Barcelona comparten "excesiva sintonía" con el Departamento de Economía. Pidió a ambas entidades que tomaran posición "con voz propia". Rosell defendió ayer el criterio independiente de Fomento. Y lo mismo hizo la Cámara de Comercio, que considera "compatible" el acuerdo con el Estatuto.

Fuentes de la Cámara eludieron entrar en polémicas, pero, frente a la sugerencia de que hace seguidismo, recordaron que el 31 de julio de 2008 la entidad ya estimó que la financiación extra necesaria de Cataluña pasaba por una horquilla de entre 3.500 y 3.800 millones de euros. Esta cifra fue ratificada en septiembre por el Consejo General de Cámaras.

La patronal Cecot, que preside Antoni Abad —que hizo política amateur en las listas de CiU antes de asumir este cargo— también ha sido citada por los nacionalistas, el próximo miércoles. Cecot ha mantenido que hasta que no se explique el modelo y cómo se priorizará el destino de los nuevos recursos, no podrá avalarlo. El presidente de Pimec, Josep González, negó de plano ayer haber sido citado por CiU para recabar aliados. "Si se llega a 3.680 millones el acuerdo puede ser aceptable", dijo, aunque pidió que se vigile su cumplimiento.