SOS Racismo pide medidas contra la marcha racista de Sitges
La organización reclama que se aísle a los xenófobos
SOS Racismo alertó ayer de que no pueden quedar impunes brotes xenófobos como el que se vivió en Sitges (Garraf) anteayer, durante la manifestación de repulsa por el asesinato, el pasado martes, del joven de 20 años Joel Rodríguez de un navajazo en una reyerta. "Compartimos el dolor de la familia y del círculo de amigos, así como el rechazo que este acto ha propiciado en la población. Pero este dolor y rabia no pueden abrir paso al odio racista y a la impunidad de manifestaciones de este tipo", señaló la organización en un comunicado.
"Vemos fundamental aislar las voces que mezclan esta muerte con discursos xenófobos" que criminalizan a los jóvenes de origen inmigrante, advierte la organización, que confía en que "el Consistorio sabrá estar a la altura y rechazará de forma contundente nuevas acciones con tinte xenófobo".
Esta reclamación choca con la actitud del Ayuntamiento, que de momento ha optado por la discreción y ha evitado condenar públicamente las manifestaciones xenófobas de la marcha de anteayer, en la que varios jóvenes realizaron pintadas racistas y nazis ante la presencia y el silencio de todos los asistentes al acto.
El Consistorio sí rechazará todo tipo de violencia y se reafirmará en su convicción de que Sitges es una ciudad "cívica y tolerante" en el pleno que se celebrará el 20 de julio. Lo mismo hizo la junta de portavoces del Ayuntamiento el día del asesinato, cuando se reunió de forma extraordinaria. El municipio no convocó, sin embargo, ninguna marcha de repulsa por el asesinato del joven, vecino de la cercana localidad de Olivella, pero muy conocido en Sitges.
Así que la única posibilidad para los ciudadanos que quisieron mostrar su repulsa por el crimen fue acudir a una manifestación convocada a través de carteles que pedían la expulsión de los inmigrantes delincuentes. El Consistorio asegura que procedió a retirarlos, pero lo cierto es que estos anuncios aún colgaban anteayer, al inicio de la marcha silenciosa, por todo el centro de la ciudad. Uno incluso recibía, a las puertas de la estación, a los visitantes que llegaban en tren a este centro turístico conocido por su liberalidad.
Al preguntárseles el miércoles si tenían orden de retirar los carteles, unos agentes de la policía local respondían: "¿Qué carteles?".
Condenas
A falta de una condena oficial, muchos ciudadanos de Sitges dejaron claro ayer que rechazan las manifestaciones racistas que se vivieron el pasado miércoles en la localidad. La indignación cundió entre muchos ciudadanos y algunos asistentes al acto del miércoles insistieron en desmarcarse de los actos xenófobos. Otros negaban tal naturaleza xenófoba. "Pedir que se expulse a los extranjeros que delinquen no es racista", decía Edu, por ejemplo, que opinaba: "Aquí regalamos los papeles en la tómbola".
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