Diario de la primera exhumación con tutela judicial (día 4)
Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, narra los trabajos en Zamora en dos fosas comunes de la Guerra
Santiago Macías, vicepresidente de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH), relata para el ELPAIS.com el avance de los trabajos de exhumación de dos fosas comunes en Santa Marta de Tera (Zamora), que se abren por orden de la juez de Benavente Tania Chico. Son las primeras que se exhuman en España con tutela judicial.
18.30. Aclarando temores. Hemos reunido a un grupo de vecinos del pueblo porque sabemos que están inquietos porque piensan que nuestro trabajo puede interferir en los enterramientos de sus familiares en el cementerio. El arqueólogo les ha explicado las diferencias entre un enterramiento de este tipo, fosa común de la Guerra Civil, y uno convencional, individual, para que vean que los restos que hemos encontrado no podrían pertenencer a ninguno de los familiares que tienen enterrados en el cementerio. Se han quedado más tranquilos.
16.45. Gente que busca. Se están acercando a la exhumación muchos familiares de desaparecidos en la Guerra Civil en la zona de Benavente. Quieren saber qué pasos hemos dado nosotros y nos preguntan qué tienen que hacer para que la juez autorice la apertura de las fosas donde creen que están los suyos. La juez de Benavente, Tania Chico, tiene aún sobre la mesa otro caso también derivado del auto de Garzón, y en esta misma zona, pero es mucho más complicado que este porque las víctimas están en un cementerio que se ha reformado muchas veces y no hay indicaciones precisas del lugar exacto donde pueden estar. De momento, nosotros seguimos trabajando en los siete cráneos que hemos encontrado en Santa Marta de Tera.
13.30. ¡Más cráneos!- Acabamos de encontrar dos cráneos más, con lo que tendríamos localizados a siete de las ocho víctimas. Y acaba de llegar la juez con un forense y una secretaria de su juzgado para levantar acta de todo. El arqueólogo les está explicando ahora los hallazgos mientras la secretaria judicial toma nota.
12.30. "Nunca supe que había fosas".- Habla el alcalde, del PP. Heliodoro Tábara, alcalde de Santa Marta de Tera (304 habitantes), de 74 años, ha estado visitando la fosa para ver cómo iba la exhumación. Estas son sus impresiones:
"Yo nunca supe que allí había fosas. La gente del pueblo comentaba algo, pero ahora se ha confirmado que es verdad. Yo nací en 1936, es difícil que pueda hablar de algo que pasó el año en que nací, ¿no? Soy alcalde de este pueblo desde hace 30 años, primero lo fui con CDS y luego ya, con el PP. ¿Que si el PP se opone a esto? El PP puede opinar lo que le dé la gana, yo no tengo más relación con el PP que una mera simpatía. Estoy contento de que se haya abierto la fosa, pero oyes cosas que no te gustan. Cuando la hija de un asesinado dice que su padre murió sin conocerla también te molesta un poco porque dices, si en estos años no ha venido nadie aquí a dejar unas flores, ¿por qué ahora le dan tanta importancia? Se está tratando esto con demasiada severidad, no me importa decirlo. Que si cintas de la Guardia Civil... ni que fuéramos terroristas. Hemos puesto todos los medios a disposición de la juez. Todo esto nos está encogiendo un poco. Lo único que puedo decir es que si tocan restos que no sean de los asesinados, voy a pedir que los devuelvan a su sitio".
12.00. El miedo a saber.-. Un psicólogo de Psicólogos sin Fronteras está atendiendo a los familiares de las víctimas. La juez ha tenido que expulsar del perímetro de la exhumación a una vecina del pueblo que no quería que abrieran la fosa. Al no identificarse como familiar, se ha tenido que ir fuera. Raúl de la Fuente, el psicólogo que está ayudando a las familias, explica por qué ocurren estas cosas y cómo los familiares están llevando la situación:
"Mi trabajo aquí empieza por ajustar las expectativas. Los familiares creen que van a llegar, la tierra se abre, y sacamos a los suyos, y casi nunca es así. Los dos primeros días de trabajo les creó mucha ansiedad ver que cavaban y cavaban y no aparecía nada. Ayer, se pusieron un poco más contentos. Están cansados, porque el proceso es difícil: los días antes a que arranque la exhumación empiezan a revivirlo todo, a enfrentarse a la apertura de la fosa, pero están fuertes. La presencia de la juez ha sido muy importante porque se sienten muy arropados. También han tenido que sufrir el desgaste de los rumores. La juez ha tenido que mandar salir a una mujer que se negaba a que abrieran la fosa. Esto también es muy frecuente. Las exhumaciones son algo que altera su vida diaria y eso no les gusta, les genera miedo, y también, a veces, un sentimiento de culpabilidad. La primera reacción es la negación, el "no están ahí". Quieren taparlo, porque entienden que es algo negativo sobre su pueblo, quieren protegerlo y protegerse. En muchos sitios, juegan al despiste. Viene alguien y dice: lo que buscáis está 200 metros más allá, y es mentira. Es por ese miedo. Ayer, en el bar del pueblo, le dijeron a un familiar que los restos de las víctimas los habían tirado al ampliar el cementerio y eso le generó mucha ansiedad. El rumor desgasta mucho a las familias, aunque yo a estas las veo muy fuertes y muy unidas. Eso no es tan frecuente. Normalmente hay algún miembro de la familia que se opone a la exhumación, otro que quiere que salga adelante... Aquí no, están los nietos acompañando a los hijos de las víctimas y se apoyan mucho entre ellos"
10.30. Comenzamos a recoger los huesos.- Hemos empezado a meter los huesos en cajas de cartón para llevarlos a un depósito que nos ha habilitado la juez. Primero los envolvemos en papel y luego los metemos en las cajas de cartón para quitarles la humedad. De momento, sólo hemos hecho una caja, a la que hemos nombrado "miscelánea", con los fragmentos de huesos que hemos encontrado. Esperamos terminar hoy todo el trabajo.
09.30. Un milagro.- A última hora de ayer dimos con los restos de lo que podría ser una quinta víctima, dos metros más allá de los tres cráneos enteros y uno fragmentado que habíamos encontrado. Los familiares y la juez estaban un poco nerviosos porque parecía que no avanzábamos, pero hoy estamos todos contentísimos. Encontrarlos era muy difícil porque los cementerios se remueven mucho. Alguien ha querido respetar estos huesos porque están muy cerca de los panteones.
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