Sencianes: "Es difícil pensar que un responsable político se siente en el caso Yak-42"

La marcha del juicio por la tragedia del Yak-42 y la negativa del magistrado del caso, Javier Gómez Bermúdez, de aceptar la declaración de algunos testigos, han llevado a los familiares de las víctimas a perder la esperanza de sentar en el banquillo en este proceso al entonces ministro de Defensa, Federico Trillo. "Es difícil pensar que un responsable político se siente en el caso Yak-42", ha dicho hoy Miguel Ángel Sencianes, presidente de la asociación de víctimas de este accidente, en una charla con los lectores de ELPAÍS.com. Sin embargo, ha adelantado que, al término de este juicio, los familiares buscarán la manera de que Trillo "tenga que dar explicaciones de su actuación judicialmente".

El hermano del sargento José Manuel Sencianes, fallecido en el accidente de Turquía, ha señalado a los internautas que "la sociedad conoce bien" la actuación del ex ministro de Defensa, "cómo este señor ha mentido a familias de 62 muertos y ha permitido que estuviéramos dos años casi para enterrar bien a nuestros muertos".

En su opinión, "ha mentido hasta que las familias hemos evidenciado la verdad y aún hoy no da explicaciones ni ha mostrado voluntariedad alguna para acudir a testificar a los tribunales". Por ello, los familiares de las víctimas pretenden que este se siente en el banquillo en algún momento, aunque descartan por completo que eso pueda ocurrir en este proceso por las negativas del juez a admitir a los testigos propuestos por su asociación.

Para Sencianes, es muy grave que no se haya admitido en el juicio el testimonio de Javier Jiménez-Ugarte, "que acudió a Turquía como secretario del Ministerio de Defensa para presionar a los forenses turcos a autoinculparse de lo que Navarro hizo". También critica que no se haya producido un careo "entre dos testigos que se contradicen, el Jefe del estado mayor de defensa, Alejandre, y el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz. Este último", continúa, "dice que su anterior sucesor, Alejandre, le contó que en España sabían que venían sin identificar los nuestros y que antes del funeral de Estado ya se decidió enterrarlos igualmente. Sin embargo, Alejandre afirma que uno de los dos miente", concluye.