Prohibidas las drogas en el equipo de Britney

Al parecer, Britney Spears definitivamente no quiere tener nada que ver con el consumo de drogas, que hasta hace tan poco tiempo la tuvo al borde del precipicio. Así lo ha demostrado a sólo una semana de comenzar su gira mundial, Circus: la cantante acaba de despedir a tres bailarines de su equipo tras dar positivo en un control toxicológico que su padre, Jamie Spears, obligó a pasar sorpresivamente a todos.

Y es que es el padre quien al parecer está detrás de la sobreprotección de su hija. Según el periódico Daily Mail, Jamie Spears ha dejado claro desde antes del inicio de la gira que no iba a aceptar que nadie del equipo de Britney tuviera nada que ver con drogas ni con alcohol, ya que teme por la salud de su hija.

Y, a pesar de que en los contratos que firmaron los bailarines y los demás integrantes del equipo que acompaña a la cantante en Circus estaba establecido que cualquier tipo de comportamiento relacionado con el consumo de estupefacientes sería motivo de despido, nadie se imaginó que se les iba a realizar un control tan exhaustivo.

Sin piedad

Tras enterarse de la decisión de Britney de despedirlos, los tres bailarines intentaron que les diera otra oportunidad para no perder su empleo. Sin embargo, según cuentan fuentes cercanas al equipo al periódico inglés, la cantante no dio su brazo a torcer e hizo que abandonaran el equipo en el momento.

Según estas mismas fuentes, Jamie Spears teme que se vuelva a repetir la historia de antiguas giras, en las que su hija salía de fiesta con los integrantes de su equipo cada dos por tres al acabar los conciertos.

De hecho, fue así como Britney empezó a intimar con su ex marido, Kevin Federline, quien formaba parte del grupo de bailarines que la acompañaba en su última gira, cinco años atrás. La cantante se enamoró de él, se casó, tuvo dos hijos y aquel fue el comienzo del derrumbe que su padre no quiere que se repita.