Barcelona - Málaga, en AVE y sin escalas
Los trenes evitan la parada en Madrid y la duración del trayecto se rebaja 50 minutos
Mal día para un alarde de alta velocidad, con un buen pedazo de España cubierto de un manto de nieve. Es el paisaje que se ha visto durante buena parte del trayecto desde la ventana del coche 3 del Talgo Bombardier número 10090 que esta mañana salió de Barcelona a las 10,30 horas en punto, y que debería de haber llegado a Málaga a las 16,15 horas. Lo ha hecho a las 16,50 horas, debido a los efectos del temporal. Pese al retraso, el presidente de Renfe, José Salgueiro, que esperaba en la estación María Zambrano de Málaga la llegada del primer AVE transversal que une Barcelona con esta ciudad sin parar en Madrid, ha mostrado su "satisfacción" por "la puesta en escena de toda una planificación" que persigue "romper la radialidad" de las infraestructuras ferroviarias de alta velocidad en España, gracias a un bypass de 21 kilómetros al sur de Atocha, en Madrid, que acorta la duración del trayecto en 50 minutos.
Sin embargo, el paisaje espolvoreado de blanco que se disfruta desde dentro del tren, ocupado por 120 pasajeros (28 de ellos periodistas) de un total de 316 plazas, ralentizó la marcha en algunos tramos. La velocidad máxima fue alcanzada por el AVE, al rozar los 300 kilómetros por hora, bajó a 159 km/hora en los alrededores de Zaragoza. En cada estación, los viajeros fueron advertidos por megafonía de que tuvieran cuidado con las placas de hielo en el andén. Y los 50 minutos que la nueva variante ferroviaria evita con la gran elipsis de Atocha no se acortaron del todo: llegó 35 minutos tarde, debido a la forzosa prudencia ante la nieve y el hielo en las vías. Desde Barcelona, el AVE había despedido el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, que aprovechó la ocasión para augurar que España no alcanzará a tener 4 millones de parados a raíz de esta crisis económica y financiera monumental.
Esta conexión directa, que desde hoy conectará una vez al día la capital catalana con Sevilla y con Málaga, aspira a transportar este año a más de 200.000 pasajeros en el primer caso y por encima de los 150.000 en el segundo, según explicó a bordo del tren Félix Martín, director del Área de Negocio de los Servicios Transversales de Alta Velocidad, Larga Distancia - Renfe. Martín admitió que la crisis no es ajena al relativo bajo nivel de ocupación del vehículo, pero Renfe cree que el nivel de ocupación habitual que se alcanzará antes de que finalice el año será del 70%. En el caso del AVE Barcelona-Madrid, el nivel de ocupación es del 80%. Salgueiro expresó sus esperanzas en la rentabilidad en la que a la larga acabará traduciéndose la nueva variante ferroviaria, que ha costado cerca de 92 millones de euros.
En clase turista, el precio del billete a Málaga es de 133 euros por trayecto, pero las ofertas comerciales de la compañía para hacer de cebo a esta ruta contemplan rebajas de hasta un 60% los precios. A partir de 53 euros es posible encontrar plazas, al menos en teoría.
Los viajeros del tren, un poco hartos de que los periodistas les pregunten sus impresiones, se extasiaron con la nieve, sobre todo al pasar a 13 km de distancia de Madrid, en la que era posible ver desde el tren a diversos algunos ciudadanos jugando y correteando por la nieve. De entrada, desde que el pasado 20 de febrero entró en servicio el AVE entre Madrid y Barcelona, un total de 189.673 viajeros tomaron un tren AVE en las relaciones que enlazan Cataluña, Aragón y Andalucía, lo que supone prácticamente duplicar (un 93,3% más) el tráfico entre febrero y diciembre de 2007. Pero hasta ahora era imprescindible una parada técnica en Atocha. Los billetes directos de Barcelona a Málaga pueden comprarse desde que se estrenó el año 2009 y en los primeros 10 días, Renfe informa de que se han vendido ya 6.400 billetes.
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