Sólo uno de cada nueve autobuses de la EMT tiene instalada una mampara de seguridad
La empresa asegura que "no se producen muchas incidencias" y las cifra en entre 45 y 50 al año
Sólo 230 de los 2.050 autobuses de la Empresa Municipal de Transportes (EMT) de Madrid, aproximadamente uno de cada nueve, tienen instalada una mampara de seguridad, un elemento con el que probablemente se hubiera evitado la agresión sufrida la madrugada del día 6 por un conductor de la línea nocturna de la capital N-22. Es la segunda en apenas una semana. El dato lo ha revelado el director gerente de la EMT, Javier Conde, que ha asegurado que "no es tan fácil" colocar este dispositivo de seguridad en todos los autobuses. Es más, tienen que estar "expresamente diseñados" para ello dadas las limitaciones de espacio.
El conductor, José Antonio Felipe, de 24 años, fue agredido por un grupo de jóvenes a los que llamó la atención por no pagar el billete y que luego detuvieron el vehículo con el botón de emergencia y huyeron, según ha explicado Javier Conde. El director gerente ha indicado, durante la presentación de la ampliación de las líneas 35 y 118 celebrada hoy en el PAU de Carabanchel, que la imposibilidad de instalar mamparas en ciertos modelos viejos llevó a acordar en 2007, tras negociar las condiciones con los sindicatos, que desde este año todos los autobuses que se incorporen a la flota de la empresa llevarán este dispositivo. Así, a los 20 vehículos en los que se instaló hace años para circular en las conflictivas líneas 79 y 130 se han unido este año los 210 que han llegado nuevos. En 2009 se sumarán a ellos los 160 autobuses que entregarán los proveedores, ya con sus mamparas.
Fuentes de la empresa han indicado que si al final de este año llevarán mampara el 11,22% de los autobuses de la EMT, al término de 2009 serán cerca del 20% y en seis años será la totalidad de la flota. Además, Conde ha indicado que en la distribución de los buses con esta protección se han priorizado las líneas nocturnas, aunque la N-22, en la que se produjo esa agresión, es una de las cuatro que no la lleva, puesto que están dotadas con autobuses articulados -y más antiguos-. Conde ha destacado que en la EMT "no se producen muchas incidencias", aproximadamente 45 ó 50 al año, que suponen una por cada 10 millones de viajeros (son 450 millones al año). Los fines de semana la noche, se trasporta a 60.000 viajeros en 200 autobuses.
Un sistema "muy disuasorio"
"El número de agresiones es pequeño pero siempre hay que poner medidas para evitarlo", ha dicho no obstante Conde, que ha subrayado que "no por poco habituales son menos dolorosas para los empleados de la EMT y para el clima nocturno de la ciudad". El directivo ha mencionado entre las medidas ya existentes la presencia de guardias de seguridad en paradas y vehículos, la conexión de los autobuses por GPS y con el centro de control de la compañía y la coordinación con la policía. Entre las medidas futuras ha destacado la equipación progresiva de todos los vehículos con cámaras de videovigilancia -cuatro por coche-, que supondrá, ha dicho, un sistema "muy disuasorio contra agresiones de este tipo o para evitar cualquier tipo de robo o sustracción". Son cámaras de circuito cerrado, que enviarán las imágenes a un centro de control.
Pero UGT denuncia que no se trata de hechos esporádicos, informa Pilar Álvarez. Según sus datos, se producen "entre cuatro y siete" agresiones a conductores al mes. El sindicato ha contabilizado 42 incidentes similares entre enero y septiembre de este año y exige más seguridad en las líneas nocturnas. De hecho, la de la madrugada del día 6 es la segunda agresión hecha pública en una semana.
El martes, el conductor José Miguel Lucas, de 37 años, denunció un episodio similar con dos viajeros que tampoco querían pagar. Ocurrió de madrugada un búho de la línea Madrid-Guadarrama, que gestiona una empresa privada, en la parada de Collado Villalba. A raíz de esa denuncia, el Ayuntamiento anunció que en enero comenzarán a instalar cámaras de videovigilancia en la flota de la EMT.
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