Fuga en el cementerio de la Almudena

Un preso de la cárcel de Soto del Real en Madrid se ha fugado esta mañana del cementerio de la Almudena, donde se encontraba custodiado por las Fuerzas de Seguridad para asistir a la incineración de su padre. Tiene 26 años, se llama Ismael Arriero Valcárcel y estaba en prisión preventiva por un robo con violencia. En su huida ha contado con la ayuda de un cómplice, que le esperaba al volante de un Mercedes en la puerta del recinto, y de un numerosísimo grupo de familiares y allegados, que han montado una tángana a los cuatro efectivos que le vigilaban. Todos los agentes han resultado heridos en la trifulca y, de Ismael, ni rastro. A pesar de su juventud, es un "viejo conocido" de la policía, ya que cuenta con numerosos antecedentes por robar pisos.

La fuga estaba "perfectamente planificada" por familiares y allegados, según han precisado fuentes policiales. La Jefatura Superior de Policía ha explicado que el suceso ha ocurrido sobre las 11.30 en el cementerio, poco después de la llegada del preso, procedente de la prisión de Soto del Real.

El recluso ha sido trasladado al cementerio custodiado por dos agentes de la Guardia Civil. Ya en el camposanto, se han hecho cargo de su custodia dos agentes de la Policía Nacional, según ha detallado un portavoz de la Dirección General de la Guardia Civil.

Cuatro agentes heridos

El preso ha llegado al lugar y ha asistido con toda normalidad a la ceremonia de incineración de su padre, que ha sido breve. Durantela cremación y el funeral, el preso no llevaba las esposas, tal y como ordenó el juez de vigilancia penitenciaria. Una vez acabado el acto, ya con los grilletes otra vez, los policías nacionales le han entregado de nuevo a los guardias civiles para su reingreso en el penal. En ese momento, un numeroso grupo de familiares, alrededor de 70 personas -entre ellas mujeres, niños y ancianos-, han rodeado a los agentes, a los que han golpeado con saña, facilitando así la huida de Ismael. El recluso ha aprovechado el tumulto para escapar en un coche marca Mercedes con los cristales tintados, en el que le esperaba al volante otra persona.

La ayuda de los familiares no ha quedado ahí. Además, se han tirado al asfalto para impedir que la policía y la Guardia Civil persiguieran con sus coches al fugitivo. En la refriega, tres agentes han resultado heridos leves y un cuarto sufre lesiones cuyo pronóstico se han reservado los médicos.

Fuentes de la Dirección General de Instituciones Penitenciarias han confirmado que se trata de un recluso preventivo, que está a la espera de juicio como presunto autor de un robo con violencia y robos con fuerza (en domicilios). No se habían previsto medidas especiales para su traslado, ya que no se le consideraba peligroso. Los datos del vehículo en el que ha emprendido la fuga ya han sido difundidos a todas las unidades de Policía y Guardia Civil para su localización. A las nueve de la noche seguía libre.