Más de 1.000 personas mueren al año por distracciones al volante
El RACC presenta un estudio para sensibilizar a los conductores sobre el exceso de confianza, que provoca más de un tercio de los siniestros
Hablar por el móvil, encender un cigarrillo, manipular la radio o el navegador son algunos de los mayores enemigos de los conductores. Más de 1.000 personas mueren al año en accidentes de tráfico provocados por distracciones, según los datos presentados hoy por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC).
La distracción de los conductores: un riesgo no percibido es el título de este informe que pretende sensibilizar sobre los efectos negativos que provoca el exceso de confianza de los automovilistas. Los responsables del RACC inciden en que a pesar de que en España se han observado importantes avances, tanto por el uso generalizado del cinturón de seguridad y del casco por los motoristas, el descenso de la velocidad y un mayor control del consumo de alcohol, las distracciones son el primer factor concurrente de siniestralidad.
En 2006, la distracción estuvo presente en un tercio de los siniestros en España, por lo que cabe estimar que en ese año alrededor de 1.100 personas fallecieron en accidentes de tráfico asociados a algún tipo de factor distractor con una evolución ascendente en el tiempo.
Riesgo infravalorado
Sin embargo, los conductores españoles infravaloran las distracciones y las sitúan como la cuarta causa de accidentalidad vial, por detrás del alcohol o las drogas, las infracciones y la conducción agresiva.
El RACC solicita a las administraciones una mejor formación en las autoescuelas sobre esta materia, la concienciación a través de campañas informativas, y el apoyo de los programas de I+D e incentivar con desgravaciones fiscales su instalación en los vehículos. También pide la mejora de las infraestructuras, instalando aquellos sistemas ya disponibles que permiten reducir o corregir las distracciones (sistemas de aviso de la velocidad recomendada en las curvas en carretera, bandas rugosas sonoras colocadas en carriles laterales que avisan a los conductores cuando se están desviando de carril...)
Los autores del estudio piden además la prohibición de publicidad en ciertas localizaciones, una política mucho más activa por parte de las administraciones para conseguir una señalización que sea "simple, clara y segura", y una revisión de la Ley de Seguridad Vial, para introducir un apartado específico sobre distracciones.
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