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La justicia tumba el recurso del Gobierno contra el programa de Primaria de Madrid

Educación, que ya ha recurrido, pedía la nulidad de los desarrollos educativos entre otras razones porque omite contenidos de Ciudadanía

La Comunidad de Madrid tiene capacidad para establecer su propio currículo para la educación primaria en su territorio escolar a partir de los mínimos dictados por el Ministerio de Educación, según una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). El TSJM establece este principio en un fallo, firmada el pasado 6 de octubre, en el que desestima el recurso contencioso-administrativo que el Abogado del Estado había planteado en noviembre de 2007 por el Estado contra un acuerdo del Ejecutivo madrileño de seis meses antes. Educación, que ha interpuesto un recurso de casación hace unos días, pretendía evitar que el Gobierno de Esperanza Aguirre omitiese partes fundamentales de Educación para la Ciudadanía, como son las relativas a la homofobia, la igualdad de derechos entre hombres y mujeres y el respeto a la diversidad religiosa.

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El fallo del alto tribunal detalla los argumentos contrarios a las pretensiones del Estado, que pedía la nulidad del acuerdo del Gobierno madrileño por "infracción procedimental esencial (falta de dictamen del Consejo de Estado)" y apuntaba una serie de "omisiones" en la elaboración de los currículos. Algunas de estas omisiones se encuentran en Educación para la Ciudadanía, asignatura que todavía no se imparte en Primaria pero que comenzará el año que viene.

Estas omisiones son las que hablan del rechazo a la homofobia. Tampoco está la "valoración crítica" de los prejuicios "sexistas y homófobos", ni el rechazo a la discriminación por culpa de la "orientación afectivo-sexual", ni la utilización del "diálogo y la mediación para abordar los conflictos" aparecen.

Madrid "cumple con creces los parámetros"

El conflicto data de un Real Decreto de 2006 que regula los objetivos, contenidos y criterios de evaluación para la Educación Primaria. El 10 de mayo de 2007, el Consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid aprobó los nuevos currículos para educación primaria (de 6 a 12 años) y secundaria (12 a 16 años), con los que no estaba de acuerdo el Gobierno. En su argumentación, el TSJM señala que el currículo dispuesto por Madrid "cumple con creces los parámetros que, como enseñanzas obligatorias mínimas y para esa etapa educativa" marca la legislación.

Asimismo, destaca que "la metodología y la vertebración de tales principios en el concreto proceso educativo corresponde a la comunidad autónoma" y admite que esa vertebración "será probablemente distinta - sin que se difiera en las enseñanzas mínimas - en función del perfil sociológico de la comunidad". Ese perfil sociológico "determinará la forma y el ritmo al impartir lo contenidos, siempre que quede garantizado, al final de la etapa (educativa), el conocimiento de esas enseñanzas mínimas, uniformes para todo el territorio nacional".

Para el tribunal el respeto al contenido básico del currículo no debe significar la transposición literal del Real Decreto de 2006 sobre objetivos, contenidos y criterios de evaluación para la educación primaria. Ese respeto pasa por "la articulación de esas enseñanzas mínimas obligatorias dentro del currículo que cada comunidad autónoma establezca, en uso de la competencia específica y legalmente atribuida".

La sentencia señala además que hay argumentos que en el desarrollo de mínimos de la Comunidad de Madrid se sobreentienden y que es "más que suficiente para desmontar las omisiones incomprensiblemente denunciadas por el Abogado del Estado".

Contenidos omitidos

- "Desarrollar y expresar los sentimientos y las emociones, así como las habilidades comunicativasy sociales que permiten participar en actividades de grupo con actitud solidariay tolerante, utilizando el diálogo y la mediación para abordar los conflictos".

- "Identificar la pluralidad de las sociedades actuales reconociendo la diversidad como enriquecedora de la convivencia y defender la igualdad de derechos y oportunidades de todas las personas, rechazando las situaciones de injusticia y las discriminaciones existentes por razón de sexo, origen, creencias, diferencias sociales, orientación afectivo-sexual o de cualquier otro tipo, como una vulneración de la dignidad humana y causa perturbadora de la convivencia".

- "Práctica del diálogo como estrategia para abordar los conflictos de forma no violenta".

- "Valoración crítica de la división social y sexual del trabajo y de los prejuicios sociales racistas, xenófobos, antisemitas, sexistas y homófobos".- "El papel de los organismos internacionales y de las Fuerzas Armadas de España en misiones internacionales de paz".

- "La feminización de la pobreza".

- "Relaciones entre hombres y mujeres y relaciones intergeneracionales".

- "Fortalecer sus capacidades afectivas en todos los ámbitos de la personalidad y en sus relaciones con los demás, así como rechazar la violencia, los prejuicios de cualquier tipo, los comportamientos sexistas y resolver pacíficamente los conflictos". Este punto pertenece a los objetivos de la ESO, y el Gobierno sólo lo echa en falta en el decreto madrileño.

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