Hallado muerto un matrimonio de ancianos en un adosado de Cáceres
El jefe superior de Policía de Extremadura confirma que son muertes violentas.- La juez encargada del caso decreta secreto de sumario
Los ladridos de un perro han alertado a los vecinos de que algo ocurría en la casa de un matrimonio de ancianos de Cárceres. Ambos estaban muertos y sus cadáveres han sido hallados sobre las seis de la tarde de este miércoles en una vivienda adosada de la urbanización Montesol, situada en el barrio de La Mejostilla. Según ha informado una portavoz de la Delegación del Gobierno en Extremadura, por el momento se desconocen las circunstancias de este suceso y cuánto tiempo llevan muertos, ya que la juez encargada de las diligencias ha decretado el secreto de sumario y no ha trascendido dato alguno. Sólo se sabe que las muertes han sido violentas, según ha confirmado el jefe superior de Policía de Extremadura, Ángel Galán. Hasta el domicilio se ha trasladado ya la juez para proceder al levantamiento de los cadáveres.
Galán, que ha solicitado a Madrid la presencia de un equipo especializado en homicidios, ha precisado que los cuerpos presentaban numerosos "signos de violencia" y que aún se desconocen las causas de las muertes.
Hasta el domicilio, una vivienda unifamiliar ubicada en el número 4 de la calle Las Grullas, se ha trasladado la juez para proceder al levantamiento de los cadáveres. En declaraciones a los periodistas, Galán ha precisado que han sido trasladados, sobre las siete y cuarto de la tarde, al Instituto de Medicina Legal de Extremadura, con sede en la capital cacereña, para practicarles la autopsia.
La Policía, que ha acordonado la zona, ha hallado los cadáveres alertada por la llamada de algunos de los habitantes de la urbanización, que se sintieron extrañados por los continuos ladridos de un perro. Un cuarto de hora después que a sus amos, la policía ha sacado al ejemplar, de raza bobtail.
las llaves de los adosados de la urbanización fueron entregadas a sus nuevos inquilinos hace escasamente un mes, según han explicado algunos vecinos. Por este motivo, todos los consultados han asegurado que no conocían casi a este matrimonio. Además, está situada en una zona dormitorio de la capital cacereña, por lo que no suele haber gente hasta la noche, ya que la mayoría de los que allí residen trabajan en el centro. Agueda, una vecina de la misma calle, ha confesado no haber oído "nada" y ha comentado que sólo conoce a un "señor de 50-60 años" al que ha visto alguna vez bajar y subir de un coche.
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