La Fiscalía de Madrid abre una investigación sobre los altercados en la visita de Güemes
Tres manifestantes fueron detenidos durante una protesta a las puertas del hospital Clínico
La Fiscalía de Madrid, según informa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) en una nota de prensa difundida esta mañana, ha decidido "abrir diligencias de investigación" al objeto de "esclarecer los hechos acaecidos" ayer en las inmediaciones del hospital Clínico San Carlos durante la visita del consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Juan José Güemes, "para identificar a los posibles autores del altercado".
Ayer, dos centenares de trabajadores del hospital, muchos de ellos sindicalistas, se concentraron a las puertas del centro esperando la llegada de Güemes en protesta por la privatización de la sanidad pública madrileña y por la resolución del 31 de julio que limita la contratación de personal sanitario.
Al bajarse de su coche oficial, Güemes fue abucheado -"fuera, fuera", "Güemes, tu suegro se llama Fabra" y "sanidad pública"- en medio de un importante dispositivo policial, en contra de lo que suele ser habitual en este tipo de actos. Los manifestantes trataron de seguirle al interior del centro policial, momento en el que diez agentes de la Policía Nacional intervinieron para impedírselo. En medio de una máxima tensión, varios manifestantes acabaron por el suelo, entre empujones y malas palabras. La policía redujo y esposó a varios manifestantes mientras el resto gritaba consignas como "consejero, carroñero", "lo llaman democracia y no lo es" o "espe, espe, especuación". La protesta se saldó con al menos tres detenidos por desórdenes públicos, atentado contra la autoridad y resistencia a los agentes. Fue la quinta jornada de altercados similares en visitas del consejero a centros sanitarios en 11 días.
Los sindicatos, una "subcontrata de IU y PSOE"
A su salida del centro, el consejero tuvo duras palabras contra los manifestantes. A su juicio, la actitud de los trabajadores no responde a reivindicaciones de tipo laboral sino a una "oposición política". "UGT y CC OO han aceptado la subcontrata de IU y PSOE, que no saben o no quieren hacer oposición, y han asumido ese papel hasta el extremo de manifestarlo en forma de insultos y agresiones a miembros de un Gobierno elegido democráticamente", subrayó el consejero. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, exigió que los hechos no quedaran "impunes" e instó al fiscal a "actuar de oficio" en este caso, según informa ABC. Además, responsabilizó del ataque a los liberados sindicales, por lo que exigió a las direcciones de los sindicatos que actúen. Además, la presidenta regional defendió al consejero y aseguró no entender "cómo se puede arremeter contra un organismo de la Comunidad que ha construido ocho hospitales y 56 centros de salud".
En un comunicado, el sindicato Movimiento Asambleario de Trabajadores de Sanidad (MATS), que participó en la protesta, ha afirmado hoy que "la represión policial ejercida contra los trabajadores" del Clínico que se manifestaban contra "la política privatizadora del Gobierno regional" es "propia de los tiempos del franquismo". El MATS afirma que los tres detenidos -un trabajador de mantenimiento, un celador del turno de tarde y un delegado de este sindicato- fueron arrestados en medio de una "inusitada violencia por parte de la Policía Nacional" y tras haber sido "agredidos por antidisturios", por lo que pide responsabilidades a la Delegación del Gobierno en Madrid.
Por su parte, la portavoz socialista en la Asamblea de Madrid, Maru Menéndez, ha reclamado al consejero de Sanidad que "deje de apagar conflictos con gasolina" y abandone el concepto de que sistema sanitario es sinónimo de negocio, porque el modelo privatizador aplicado a los nuevos hospitales está provocando deficiencias en el servicio y la movilización de los trabajadores. "Güemes es un provocador que no hace más que olvidar que los representantes sindicales son representantes de los trabajadores elegidos en un proceso democrático sindical regulado. Esa confrontación permanente me indigna", añade Menéndez en una nota.
