"Me agarró del cuello, me arrastró y me violó", declara una víctima de violencia de género

La Sección 27 de la Audiencia Provincial de Madrid ha acordado hoy dejar en libertad provisional a un presunto maltratador, en la cárcel desde 2006 acusado de gritar, pegar y violar a su ex mujer porque no le gustó la cena, a la espera de que se dicte una sentencia firme contra él. La sala ha condicionado esta decisión al cumplimiento de una orden de alejamiento. Durante la vista, ha declarado la víctima: "Me agarró del cuello. Me incrustó contra el armario. Me arrastró de los pelos hasta el dormitorio. Me rompió el pijama. Me puso con los brazos en cruz sobre la cama y me violó". El agresor, para quien la fiscalía pide una condena de 10 años, podía haber permanecido en prisión preventiva, ya que el máximo se cumple en julio.

José Luis R.C., de 50 años, cumplía prisión preventiva desde el 25 de julio de 2006 por un delito de agresión sexual y una falta de vejación injusta cometido contra María de la Soledad C.G. Después de dos años en la cárcel, la Sección 27 ha celebrado esta mañana una vista para prorrogar su ingreso en prisión, que se ha producido al término de la celebración del juicio contra el hombre. La presidenta del tribunal ha decidido convocar esta comparecencia al término de la vista y después de escuchar al acusado, que en su turno de última palabra ha solicitado ser puesto en libertad para volver a trabajar y poder así mantener a su hija menor de edad.

Durante la vista, el abogado del procesado ha solicitado su puesta en libertad al no existir riesgo de fuga, mientras que la fiscal y la acusación han mostrado su oposición a la excarcelación del acusado, pero subsidiariamente han propuesto que, si se acordaba su libertad, se adoptaran medidas cautelares oportunas para que no se acerque a su víctima. La Sala ha accedido a la solicitud, al tiempo que le ha prohibido acercarse a su ex mujer a menos de 500 metros, así como comunicarse con ella hasta que haya una resolución firme. Momentos antes de que saliera en libertad, su ex mujer ha relatado al tribunal, con voz firme y sin titubear, su duro testimonio: "Me agarró del cuello. Me incrustó contra el armario. Me arrastró de los pelos hasta el dormitorio. Me rompió el pijama. Me puso con los brazos en cruz sobre la cama y me violó".

Diez años de malos tratos

Tras la práctica de la prueba, la fiscal ha solicitado una condena de 10 años de prisión para José Luis y que se le imponga la prohibición de acercarse a su ex mujer durante diez años a menos de 500 metros de su domicilio, situado en Torrejón de Ardoz. Además, ha pedido que indemnice con 6.060 euros a la víctima por las lesiones y daños morales sufridos a raíz de la agresión. La noche del 22 de julio de 2006, María Soledad hizo la cena a su esposo tras regresar de trabajar. A José Luis no le gustó lo que le había preparado y se inició una fuerte discusión entre ambos. "Iba borracho. Me dijo que vaya mierda de cena y empezamos a pelear. Intentó hacerme el amor, pero me negué", ha contado la mujer, quien acto seguido ha relatado a la Sala cómo el procesado la forzó en su dormitorio, mientras que su hija menor se encontraba en la habitación contigua. A consecuencia de la violación, la agredida sufrió erosiones múltiples en miembros superiores que no precisaron asistencia médica.

Un día antes, María Soledad vivió una escena casi similar. Eran las 22.20 y se disponían a cenar. Entonces, el procesado comenzó a proferir insultoscontra ella. "Me decía que no valía para nada. Que era una guarra. Que tenía la casa llena de mierda. Decía que me iba al supermercado para que me tocaran el culo. Eso se quedó ahí porque yo me callaba, como siempre", ha explicado. Los episodios de violencia sufridos por María de la Soledad se remontan a 1996. Entonces interpuso ya una denuncia por malos tratos contra José Luis. Pero las cosas se arreglaron y decidió retirar la demanda. Diez años después, la mujer acudió de nuevo a la Justicia para denunciar a su marido.

La demanda se tramitó en el Juzgado de Instrucción número 5 de Torrejón, encargado de los asuntos de violencia de género. Durante su testimonio, el procesado ha admitido que la noche de 22 de julio agarró a su mujer de los brazos en el transcurso de una pelea "porque estaba muy nerviosa", si bien negó que hubiera abusado de ella. "Estaba bebido y ni siquiera se me pasó por la cabeza mantener relaciones", ha asegurado. "La cogí de los brazos para decirla que no aguantaba más y que iba a ir al Juzgado a presentar la demanda de separación", ha añadido. En el juicio, la fiscal, que ha considerado probados tanto el delito como la falta, ha calificado el testimonio de la víctima de "verosímil" y ha destacado que la declaración del acusado ha sido "contradictoria", ya que en su declaración policial reconoció parcialmente los hechos.