El Gobierno valenciano no tomará "ninguna medida" para cumplir la Ley de Memoria Histórica
El vicepresidente del Consell señala en la sesión de control que la norma no es prioridad para la Comunidad
El vicepresidente primero del Consell valenciano, Vicente Rambla, ha asegurado hoy en la sesión de control de Les Corts que el ejecutivo no tiene previsto adoptar "ninguna medida" para aplicar la ley sobre Memoria Histórica. Según el consejero de la presidencia, los valencianos tienen "muchos problemas que resolver" y la memoria histórica "no es una prioridad" en la Comunidad.
Rambla ha respondido así en el pleno del congreso autonómico a una pregunta del diputado Josep Lluís Torró, del grupo Compromís, sobre las medidas que va a desarrollar el Consell para "cumplir las exigencias" de esa ley que son competencia de la Administración autonómica.
El vicepresidente ha explicado "con toda sinceridad" que no piensan adoptar "ninguna medida" porque la propia normativa "no hace ningún encargo determinado" a las Administraciones autonómicas. "Como usted comprenderá, encima de la mesa del Gobierno valenciano, y en la cabeza del conjunto de los valencianos, hay muchas inquietudes, hay muchos problemas y hay muchas necesidades que resolver, y le puedo garantizar que la memoria histórica no es prioridad de este Gobierno", ha asegurado.
Memoria subjetiva
Esta ley "peca de indefinición", de acuerdo a Rambla, quien ha agregado que la norma "no es de memoria ni es histórica" al señalar que la memoria es "algo subjetivo" y la historia se basa en la investigación intelectual de los datos, por lo que tiene "cierto concepto empírico de las cosas". "Yo prefiero reivindicar la memoria histórica del mejor momento de nuestra historia probablemente", ha señalado el vicepresidente en referencia a la Constitución de 1978 y la transición española.
El diputado Torró ha asegurado que la ley de Memoria Histórica contiene seis artículos que requieren algún tipo de implicación de la Administración autonómica, por lo que ha reclamado que se adopten medidas para de forma definitiva poder "cerrar las heridas abiertas" por la Guerra Civil y el régimen franquista.
