Bono asegura que el Yak-42 no debió salir y que la cúpula militar conocía las quejas
El presidente del Congreso testificó en persona por su condición de ex ministro de Defensa.- Trillo prefirió responder un cuestionario por escrito
El presidente del Congreso y ex ministro de Defensa, José Bono, se ratificó este lunes ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska y aseguró que el avión Yakovlev-42 que se estrelló en 2003 causando la muerte de 62 militares españoles no debió realizar el vuelo en el que se produjo el accidente porque no reunía las condiciones de seguridad necesarias. Asimismo ha señalado que la cúpula militar del Ministerio de Defensa tuvo conocimiento de las quejas antes de que éste tuviera lugar, informaron fuentes jurídicas.
En unas breves declaraciones a los periodistas tras comparecer ante el juez como testigo durante casi dos horas y media, Bono aseguró que no había dicho "nada diferente" a lo que había declarado anteriormente y que respondió "todo lo que sabía" a lo que se le preguntó.
La comparecencia de Bono, que se produce en calidad de testigo por su condición de ex ministro de Defensa, estaba señalada en un primer momento para el pasado 21 de febrero, y posteriormente para el 3 de abril, pero en ambas ocasiones fue aplazada a petición de él mismo, para poder acudir en persona a la Audiencia Nacional. Hace un mes, el diputado del PP y titular de Defensa cuando sucedió el accidente, Federico Trillo, prefirió responder por escrito a un cuestionario sobre la contratación del avión de fabricación soviética.
De acuerdo con la condición de aforados de los dos testigos, Grande-Marlaska dio a Trillo y Bono la opción de contestar por escrito a las preguntas del Ministerio Fiscal y de las partes, y evitarles así declarar en persona en la sede de la Audiencia Nacional. Si bien Trillo prefirió acogerse a la declaración por escrito, Bono decidió rechazar esta posibilidad. Las respuestas del ex ministro popular fueron recibidas en el juzgado de Grande-Malaska el 14 de marzo. En esos 33 folios, Trillo aseguraba no tener ninguna responsabilidad sobre la contratación de la aeronave y señalaba a los "órganos técnico-militares" como los encargados de asumir la misión.
Tras la comparecencia de Bono, la única declaración que quedará pendiente en esta investigación es la de Russi Batliwala, el responable de la oficina en Frankfurt (Alemania) de la compañía Chapman Freeborn, la empresa británica que alquiló el Yak-42 para el Ministerio de Defensa y la supuesta persona que decidió en última instancia la contratación del avión siniestrado. Su comparecencia se producirá, en principio, el próximo 6 de mayo. Grande-Marlaska citó a Batliwala después de que el 31 de marzo varios directivos españoles de Chapman Freeborn aseguraran en su comparecencia ante el juez desconocer los detalles del contrato del avión y explicaran que la operación se realizó directamente en la oficina que la empresa tiene en Alemania.
Además de la causa abierta para dilucidar las posibles responsabilidades en la contratación del Yak-42, la Audiencia Nacional investigó la denuncia por los presuntos errores que se cometieron en la identificación de 30 de las víctimas después del accidente, lo que provocó que les fuesen entregadas a varios de los familiares restos que no eran los de sus seres queridos. Mañana, la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional se reunirá para decidir si reabre este caso, que fue archivado por orden de Grande-Marlaska el 22 de noviembre de 2007, tras la declaración de cuatro imputados y cinco testigos. La Sala deberá analizar los recursos de apelación presentados por la Asociación de Familiares del Accidente Turquía Yak-42 (Afaty) y la Fiscalía contra la decisión del juez Marlaska de archivar el caso.
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