El conductor que atropelló a Enaitz se siente "cabeza de turco"

"Me siento cabeza de turco, soy una víctima". Así de contundente se ha mostrado esta tarde Tomás Delgado Bartolomé, el conductor que mató a Enaitz Iriondo al volante de su Audi A8 en 2004, al comparecer ante el fiscal de La Rioja, Juan Calparsoro, quien busca reabrir la causa penal contra Delgado tras saberse que este demandó a la familia del joven exigiendo 20.000 euros por los daños a su vehículo. Delgado ha llegado varias horas tarde a su cita con la fiscalía debido a un problema con el vehículo de su abogado, Santiago Gimeno, quien estuvo presente durante su comparecencia.

Sobre los datos del nuevo informe elaborado por la Unidad de Reconstrucción de Accidentes de la Guardia Civil de Tráfico, que contradicen varios puntos clave del atestado con el que se desestimó la vía penal contra Delgado, Gimeno ha dicho lo siguiente: "Los nuevos datos no cambian nada, ni en el fondo, ni en la forma. Mantenemos lo dicho en su día, esto ya ha sido juzgado y archivado". "Mi cliente estuvo muy tranquilo. Aunque él reconoce que iba a más de 90 kilómetros por hora (límite de velocidad de la carretera) mantiene que él no podía hacer nada para evitar el accidente", ha explicado Gimeno. El nuevo atestado cifra entre 140 y 160 kilómetros por hora la velocidad a la que iba Delgado cuando se llevó por delante a Enaitz, en vez de los 113 estimados en el primer atestado.

Sobre el cubata que Delgado se tomó poco después del accidente para calmarse, su letrado ha recalcado que "alguien de por la zona le ofreció la bebida poco después del accidente" y recordó que el test de alcoholemia dio negativo (0,15 miligramos) en el primer atestado (el nuevo marca entre 0,23 y 0,27 miligramos, el límite legal es de 0,25).