La mano oculta de Carla Bruni
La cantante determina el cese del recién nombrado director de Villa Medicis, la institución cultural francesa más importante en Italia
Los tejemanejes de Carla Bruni en el Elíseo siguen suscitando más interés en Francia que cualquier noticia con repercusión real sobre la población. Tras la mediática visita de la modelo y Sarkozy a Reino Unido, con la publicación de cientos de análisis sobre los modelitos lucidos por la italiana, se ha desatado otra polémica. Ésta vez, al menos, está relacionada con el papel de la cantante en las decisiones de Gobierno de Sarkozy y no con sus trapitos a lo Jackie Kennedy.
Todo comenzó con el nombramiento de Georges-Marc Benamou, aliado histórico de Sarkozy, al frente de Villa Médicis, la institución cultural más importante de Francia en Italia. La decisión provocó un importante revuelo en el mundo de la cultura. Pero, sin embargo, muchos creen que fue la mano oculta de Bruni la que acabó por hacer que Sarkozy echara marcha atrás.
Le Monde dice en su edición de hoy que la primera dama transmitió a su marido "la emoción que suscitaba esta nominación en los medios artísticos, frecuentemente próximos a la izquierda, donde ella tiene muchos amigos". También dice que Bruni le transmitió sus dudas sobre "esa cosa francesa que hace que se relegue a un consejero otorgándole un puesto magnífico" (lo que en España se podría traducir por "dar una patada para arriba").
El periódico francés asegura que Bruni está intentando acercar a su marido a sus amigos de izquierda, frecuentemente reticentes a relacionarse con él. Bruni también quiere que se instaure un diálogo entre la derecha y el mundo de la cultura, históricamente alejados.
La fama de Bruni se ha triplicado en el último año (lalistaWIP)
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