Unidos y en silencio contra ETA

Unas 300 personas se han concentrado hoy frente a la Real Casa de Correos, sede del Gobierno regional, para guardar cinco minutos de silencio en memoria del ex concejal socialista Isaías Carrasco, asesinado el pasado viernes por un miembro de ETA. A la misma hora, otras 300 personas, entre ellas el alcalde Alberto Ruiz-Gallardón y los portavoces de los grupos municipales, se han reunido en la plaza de Cibeles.

El vicepresidente primero de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, y el consejero de Presidencia e Interior, Francisco Granados, se han unido a los ciudadanos concentrados en la Puerta del Sol para condenar el último atentado de la banda terrorista y solidarizarse con los familiares. González ha querido "hacer extensivo ese cariño y apoyo a las víctimas y familiares del 11-M", así como a los familiares "de las víctimas que se han producido en los últimos años".

"Contra el terrorismo sólo hay un camino -ha recalcado el portavoz regional-, que es el de la lucha del Estado de Derecho y de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado para acabar con todos ellos, para meterlos en la cárcel y que cumplan con sus penas". González ha hecho estas declaraciones tras guardar cinco minutos de silencio y ha insistido en que "ésa es la única vía para acabar con el terror y conseguir la derrota final de ETA y de cualquier otro movimiento terrorista que quiera poner en cuestión la libertad y la seguridad de los ciudadanos".

Sin insultos ni banderas

Funcionarios y trabajadores de la Comunidad de Madrid, así como la viceconsejera de Sanidad, Belén Prado, han acompañado a González y Granados en estos cinco minutos de silencio, mientras que la presidenta regional, Esperanza Aguirre, ha sido la gran ausente del acto. En Cibeles, representantes del PP, el PSOE e IU en el Ayuntamiento de Madrid han mostrado unidos y en silencio su rechazo al terrorismo, en la concentración celebrada ante el Ayuntamiento en respuesta a la convocatoria de la FEMP tras el atentado del pasado viernes en la localidad de Arrasate-Monragón.

En la concentración, a la que han asistido unas 300 personas, no se han registrado incidentes, a diferencia de la celebrada el pasado 3 de diciembre tras la muerte en el sur de Francia del guardia civil Raúl Centeno. Aquel día, decenas de personas increparon e insultaron a los representantes socialistas presentes en el acto, sobre todo al diputado Álvaro Cuesta y al concejal Pedro Zerolo, que tuvo que se acompañado hasta lejos de la plaza por el vicealcalde de Madrid, Manuel Cobo, entre gritos homófobos.

Hoy, por el contrario, no ha habido banderas nacionales, nadie ha gritado "sinvergüenzas" ni "traidores" ni "asesinos" y Zerolo, el diputado electo Juan Barranco y la secretaria de Estado para Iberoamérica y también parlamentaria electa por Madrid, Trinidad Jiménez, han podido participar en la concentración sin recibir insultos. Ante la puerta principal del palacio de Cibeles han compartido su dolor por el último atentado el alcalde y los portavoces del PP, Manuel Cobo; el PSOE, David Lucas, e IU, Ángel Pérez. Además, cerca de un centenar de personas, entre diputados regionales y trabajadores de la Asamblea de Madrid, se han concentrado ante la sede parlamentaria, aunque no había convocatoria oficial. Otros muchos organismos y empresas, entre ellas EL PAÍS, han secundado la protesta.

Concentraciones en Madrid y Bilbao en repulsa por el atentado de ETA