El Gobierno de Madrid cierra dos asilos por graves deficiencias

El Gobierno de Madrid, a través de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales, ha decretado el cierre definitivo de dos residencias privadas de ancianos, una situada en la localidad de Alcobendas y otra en San Sebastián de los Reyes, por la "acumulación de graves deficiencias" en la atención de los mayores. Además, les impone multas de 100.000 euros.

Una de ellas es el asilo Juan XXIII de Alcobendas, cuyo cierre cautelar ya fue decretado el pasado 28 de junio tras la emisión de un reportaje con cámara oculta que reveló las malas condiciones en las que residían los ancianos. Además de convertir el cierre en definitivo, ha sido sancionada con una multa de 100.000 euros por sus irregularidades. El vídeo, rodado por Telecinco, mostraba a ancianos drogados con tranquilizantes, atados con sábanas a sillas de plásticos y rodeados de heces y vómitos. Las supuestas vejaciones se produjeron en la tercera planta, donde estaban ingresados los ancianos con demencia e impedidos. La residencia, abierta en 1992, ya fue anteriormente sancionada.

La otra es la residencia San Eduardo de San Sebastián de los Reyes, que deberá hacer frente a una multa de 120.000. En ambos casos, las inspecciones de Familia y Asuntos Sociales han detectado "graves deficiencias en el mantenimiento y conservación" de los centros y en la "organización higiénico-sanitaria", según han informado fuentes de la consejería. Por tanto, se procede a su clausura para "garantizar el cuidado y bienestar" de los ancianos. El Ayuntamiento de San Sebastián de los Reyes ha asegurado que presentó hace aproximadamente un año un informe negativo sobre el geriátrico, que lleva abierto desde 1992, tras realizar una inspección. "Incluso hace ya tiempo que no se deriva a nadie a esa residencia", dicen fuentes municipales.

65 ancianos sin casa

En concreto, en la residencia San Eduardo se constataron "deficiencias graves" en el mantenimiento y conservación del centro como puertas defectuosas en habitaciones, humedades en salas de estar y comedores, desconchones de pintura en paredes y zonas comunes. En el asilo Juan XXIII, la Consejería encontró deficiencias "muy graves" en la ropa de cama, mobiliario y aseos, así como en el mantenimiento y seguridad del centro. Además, había insuficiente personal y sin la titulación necesaria, y ausencia de hojas de reclamaciones. En el caso de Juan XXIII, la medida no comporta el traslado de ningún residente, ya que estaba vacía desde julio. Sus 65 residentes fueron conducidos a otros centros. Sin embargo, el cese en la actividad de la residencia San Eduardo afecta al menos a 65 mayores -ése era el número que la habitaba en el momento de las inspecciones-.

Sus familias tiene un mes de plazo para reubicar a los ancianos antes de que se haga efectivo el cierre. Familia y Asuntos Sociales está elaborando un listado de los asilos privados de la zona, que entregará a las familias de los mayores para facilitarles la búsqueda de un nuevo hogar. Además, llevará a cabo "inspecciones diarias" para garantizar que se cumplan "los mínimos" establecidos en la atención a los usuarios. En Madrid hay 18.200 plazas de residencias (7.000 públicas y el resto privadas). Para controlarlas sólo hay ocho inspectores, según CC OO, y 25 según el Gobierno regional. En rueda de prensa, informa Efe, el vicepresidente primero y portavoz, Ignacio González, ha explicado que estas medidas no responden a la denuncia "de nadie" sino a la actuación los inspectores que, tras abrir "muchos" expedientes y emitir requerimientos de subsanación a ambas residencias, ha decidido cerrarlas definitivamente ante la persistencia de las "graves infracciones".

Desde los centros afectados, la dirección de la residencia San Eduardo ha decidido recurrir esta decisión, aunque recuerdan que la orden de clausura la debe emitir juez, según ha dicho el abogado de la residencia, Eduardo Sánchez. Sánchez ha reconocido tener constancia de "pequeños fallos administrativos" pero niega todos los extremos relacionados con tratos inadecuados a los mayores.